Colmenar Viejo - Madrid

Para algunos nunca es buen momento. Siempre tienen inconvenientes.
Otros aunque les pinchen no sangran.

Hay que demostrar que no somos muñecos.
Aunque los sindicatos no sean precisamente ejemplares, ¡dónde vas a parar!! Este es el momento en que cumplen su función más genuina.

Una huelga es un sacrificio y es una celebración, en la que muchos juntos demuestran firmeza en la defensa de unas condiciones dignas de vida.

La huelga defiende a los que tienen trabajo y a los que no lo tienen.
Quienes ahora desacreditan a los sindicatos son los mismos que en la ocasión anterior lo hacían por no hacer huelga contra el anterior gobierno.
Se merecen la más rotunda respuesta.

El Partido Popular ganó legítimamente las elecciones del 20-N, como tal tiene todo el derecho a gobernar y proponer/aprobar medidas tendentes a hacer fácil y útil esa gobernabilidad.

A lo que no tiene derecho alguno, ni él ni ningún otro partido es a engañar a los ciudadanos para llegar al gobierno.

NO vale todo, no vale decir que ellos no van a subir los impuestos, que no van a abaratar el despido y luego hacer todo lo contrario. Nos da igual que Europa diga lo que diga, nos da igual que el déficit (en su mayor parte por culpa de sus Gobiernos autonómicos) sea más alto del previsto.

Las medidas han de ser consensuadas entre todos, pactadas con todos los agentes sociales (Partidos, Sindicatos y Patronal) y así serán todos corresponsables de su cumplimiento, lo demás es INJUSTO Y ANTIDEMOCRATICO, y la respuesta que nos queda es la HUELGA GENERAL, que es legítima, legal y tiene su encaje en la constitución, como medio de defender los intereses de los ciudadanos.

Criminalizar la huelga, como hacen el Gobierno y el PP, no sólo es inmoral (saben poco por sus hechos) sino que es ilegal.

Poner en solfa a los Sindicatos, que tienen en la Constitución el mismo encaje que los partidos políticos y reciben mucho menos que ellos y tienen muchísimos menos escándalos que ellos, sólo es una cortina de humo para que no se hable de los recortes.

La vía del Decreto Ley para aprobar la Reforma, sin negociación y discusión previa en la Cortes, sólo es defendible para una cuestión de urgencia que el mismo Marino Rajoy niega a la Ley, cuando dice que en un principio no servirá para crear empleo.

Por todo lo que antecede algunas personas nos sentimos moralmente obligadas con nuestros amigos y nuestros hijos a hacer lo posible para que la misma se cambie.

Sólo por eso he decidido participar activamente el día 29 en la huelga general; por eso y porque tengo la independencia personal suficiente.

También tengo suficiente independencia para decírselo a mis compañeros, a mis vecinos, al mismísimo Mariano Rajoy "alto y claro": vecinos, compañeros, trabajadores, haced lo que queráis, por supuesto que lo haréis porque sois libres de estar de acuerdo con la reforma laboral o de estar en contra de ella, aunque lo segundo os pueda acarrear el despido gracias a la buena gestión del Gobierno.

Yo, en el uso de esa misma libertad que os reconozco, haré huelga, otra más, y van... todas las que se han convocado desde que tengo edad laboral.

Saludos cordiales.

Así es, Laicram.
Libertad es compromiso y es responsabilidad, que se muestra en la concurrencia de cientos de miles de personas en la huelga y en las manifestaciones.

Sabemos que hay otros cientos de miles que no estaban o no han estado en huelga, pero que coinciden en su apoyo. Otros muchos se irán dando cuenta.

Es necesario hacer estas demostraciones para que se vea que el país está vivo, que no está desorientado y atemorizado, que deben andar con más cuidado quienes cometen tanto abuso.

Las medidas que están tomando dejan al descubierto que son unos taimados estafadores, unos tramposos consumados y mentirosos compulsivos.
Cuentan con aliados exteriores de gran calibre.

Habría que pensar en hacer el boicot a toda clase de productos alemanes y a los bancos. Hay alternativas.

Son ellos quienes nos ponen la soga al cuello y quienes se benefician al arruinarnos y al crear esta miseria y este desempleo masivo.

Un saludo y un deseo de justicia irrenunciable.

Ayer me decía un amigo que Alemania y Francia han conseguido su Asia en España. Sus empresas pagarán sueldos tercermundistas a los españoles.

Hoy me pasan un vídeo con D. Mariano diciendo que es una aberración subir la luz y otro diciendo que se oponen a una amnistía fiscal.

Mi hijo ya me ha dicho hoy que de mayor quiere ser defraudador. Total, le sale a cuenta esperar a que llegue un gobierno del PP dispuesto a recortar, triturar y explotar a los honrados trabajadores y a premiar a los chorizos que se lo llevan en dinero negro.

Yo, por mi parte, esperando al 1º de Mayo para coger la banderita de mi sindicato y manifestarme en Madrid.

Saludos.

En Alemania hay ya ocho millones de trabajadores que están cobrando sueldos inferiores a 400 euros al mes, pero a las fuerzas económicas, de allí y de aquí, les viene estupendo que en España, o donde sea, se rebajen los sueldos y los derechos sociales.

Tu hijo, si es así, y cualquier joven que se encuentre ahora en situación de trabajar lo que debería recordar siempre es quienes y de qué manera nos han llevado a esta situación.

Porque un estado no funciona como una familia ni como una persona.
Cuando alguien compra una casa necesita endeudarse y en adelante pagar esa deuda en los plazos establecidos. Nunca más necesitará endeudarse de manera semejante.

Pues bien, un estado sí lo necesita permanentemente. Cuando vence la deuda periódicamente sigue endeudándose, necesita hacer nuevas emisiones de deuda en mayor o en menor cantidad. Todos los países lo hacen, incluso los que tienen superávits primarios, Alemania mismo.

Esa refinanciación de la deuda en los mercados es la que está sirviendo de instrumento y excusa para imponer a países como España las condiciones que estamos viendo.

Da igual que la deuda sea un cuarenta que un ochenta por ciento del PIB para poder obligar a un país a lo que quieran. No digamos si eso lo hacen en un contexto de crisis económica con ingresos públicos en caída drástica.

Ha habido excesos, qué duda cabe, y los sigue habiendo. Pero no es esa la causa de la crisis. No es esa la causa de que el estado, las autonomías o los ayuntamientos se hayan quedado sin recursos suficientes. Al menos, no los excesos en gastos. Sí los excesos en construcción y en suelo.
Las administraciones han colaborado en ello, pero el exceso lo han hecho los bancos, que son los que tienen la deuda de categoría. No sólo los bancos nacionales, sino el sistema financiero internacional, que es con quien se tiene la deuda. Y que es quien ahora nos impone condiciones leoninas.
Con la colaboración entusiasta o a regañadientes de los grupos políticos. Mediando el voto popular, que ha sido instrumentalizado por todos hasta la saciedad, aunque no de la misma manera.

De manera que, volviendo al principio, sería mejor que los jóvenes y todo el mundo lo recordaran en adelante. Porque vendrán quienes pretendan encauzar la frustración contra los inmigrantes o contra otras razas. Y serán los mismos que les utilizan para explotarles aún más, incluso presentándoles como los culpables del paro entre los “nativos”.


Quienes han animado el miedo a la crisis, quienes han escalado posiciones en el poder, son los que han fomentado el hundimiento del consumo y, por tanto, de muchas empresas, el hundimiento de los ingresos públicos, han fomentado el paro, hacen una reforma laboral para facilitar el despido, son los que han evadido impuestos y capitales, son los que ahora hacen una amnistía fiscal, los que recortan derechos y salarios.
Ponen cara de resignación, pero es de satisfacción.

Que se recuerde.