Colmenar Viejo - Madrid

Mariano el estadista "racionalizará" el calendario laboral para reducir los puentes, trasladando las fiestas al lunes más cercano, "con la excepción de aquellas fechas de mayor arraigo social".

Justifica así un gran ahorro, pero se olvidan tanto él como sus asesores de una cosa muy fácil de saber con sólo preguntar a cualquier empresario, y es que España es el único país de la UE que cuenta con una jornada laboral anualizada y que cuando hay puentes no se pierden jornadas, ni horas de trabajo.

De manera que si usted tiene un hotelito o una casita rural, vote a Mariano el estadista, que le va a mandar muchos clientes.

Para mentes malpensadas: es algo que me parece bien que se haga, así nos dejamos de tanta simplonería de hablar de crisis con las carreteras atascadas de coches camino de la playa en cuanto viene un "puente".

Saludos.

¿Puentes?
!Para qué puentes...si no hay río!
Si aquí vivimos en fiesta permanente.
Los parados tienen un puente completo de principio a fin.
Que trabajen en Europa, como siempre.
Justicia social: que trabajen los banqueros, los especuladores, las mafias, los del Gurtel, los curas, los apandadores, los empresarios, los publicistas...
Somos pobres pero honrados(moral cristiana, como debe ser)
Nosotros a vivir al sol, que tenemos en abundancia.

Hola Amigos:
Sinceramente la propuesta es cojo... para algunos llamese "patronal" ó magantes, pero claro como toda ocurrencia tiene sus peros...
A no ser que nos amplien la jornada laboral, yo tengo que hacer un máximo de horas anuales, por eso se realiza el calendario laboral, para saber que días tengo que ir a trabajar y que días no.
La medida tiene lógica en tanto en cuanto se aplique en empresas productivas a los que parar la producción durante esos días suponga un gasto importante al empresario, pero para eso estan los convenios internos de empresa.
Si en mi caso me quitan los puentes , esos días de vacaciones me los tendrán que dar en otro momento del año, con lo cual quedamos igual.
Peor lo tienen las "zonas" turísticas a las que solemos acudir en cuando nos dan un puentecito... en eso no se piensa, solo en medidas para favorecer al empresario, pues nada que nos recorten las vacaciones, que nos den 12 días por año por inmdenización por despido, y al que esté enfermo que acuda a su puesto de trabajo, y para ir al médico habrá que pagar por la consulta y por las medicinas, mientras los políticos viven como uno que nació hace 2011 años.

Efectivamente, mis "puentes" (vamos a llamarlo así) se descuentan directamente de mis días de vacaciones.

¿Dónde está la ganancia?

A la larga, quizás en mi bolsillo, pero alguno de estos llorones se pensará el voto en un futuro, que predicar no es dar trigo.

Saludos.

Sí, gervasio, me he dejado llevar por el optimismo.
Nos dicen que hay que animarse y yo, convencido, propongo que sean ellos los que trabajen.
Eso tiene pegas, qué duda cabe, sobre todo porque le tengo “cariño” al trabajo y a pagar las facturas de los sinvergüenzas. Un defecto lo tiene cualquiera.

En adelante pensaré cómo no dejar mi dinero a los bancos que lo usan temerariamente y luego acaban reclamando que me bajen el sueldo, exigiendo que me aumenten el trabajo, me suban los precios y los impuestos y se los bajen a ellos. Sigo optimista, como ves.

Cuando me vaya de vacaciones procuraré hacer un intercambio de casa para no pagar a algún empresario que no contrata en condiciones debidas a sus empleados y, además, defrauda a Hacienda todo lo que puede.

Empezaré a llevarme el bocata de casa los días que me dé una vuelta por ahí para airearme porque es más barato y placentero en vez de comer en un restaurante de medio pelo.

Aguantaré con la misma ropa un año más en vez de ponerme a la moda más cutre del momento, cuando ya se ha hecho a mi cuerpo y la llevo con más comodidad, sin retirarla de la circulación estando todavía casi nueva.

Quieren ponérselo fácil a los empresarios y difícil a los currantes consumidores. Una ecuación imposible.
Los empresarios quieren ganar dinero con sus ventas, no con los ahorros en impuestos, en sueldos y en trámites, que no les sirven de nada si no hay negocio-consumo.
Un empresario cabal sabe lo que vale un empleado orgulloso de su empleo e implicado en el mejor funcionamiento de la empresa. El trabajador que se siente agraviado, el que ve chanchullos de mala índole desprecia a sus jefes y tiende a reproducir esos comportamientos en su propio quehacer. Malo para la empresa y para todos.