Colmenar Viejo - Madrid

Asistimos al desguace político de la Comunidad de Madrid, en manos, durante décadas, del PP. El tinglado popular se está viniendo abajo tras una serie enorme de presuntas corrupciones y de diversos y graves errores, entre los cuales sigue sin saberse cómo se desarrolló el pucherazo llamado también el tamayazo. Pero así, de este modo, Esperanza Aguirre subió, para vergüenza de la democracia, al cielo del poder.

Ahora, un día de éstos, el 17 de diciembre, Doña Espe declarará -aunque por escrito- ante el juez Pablo Ruz, en calidad de testigo respecto a episodios turbios o más que turbios. Continúan aflorando, entre tanto, casos judiciables que conducen una y otra vez a la trama Gürtel. La sombra de Alberto López Viejo, antaño hombre de máxima confianza de la presidenta, no es en absoluto de fiar.

Ella, Esperanza fue la más mandona, muy mandona. Y su mayordomo, Ignacio González es presidente de rebote y sin apenas virtudes para hacerse cargo de tan relevante responsabilidad. No deja de ser el tal González un tipo bajo sospecha. Posee el hoy presidente un ático misterioso en Marbella. Y puede haber otros posibles enjuagues en las aguas del canal de Isabel II, por ejemplo.

Lo cierto es que hubo una creciente rivalidad de González y de otro personaje oscuro como Francisco Granados, caído en desgracia de la lideresa y que se refugió en Génova 13. Ambos, Granados y González se pelearon y fueron perseguidos con espías ocultados. ¿Por qué? Doña Espe no quiso saber nada y clausuró de inmediato un intento de investigación parlamentaria. Otra pifia monumental del dúo Aguirre/González ha sido el paripé de Eurovegas. El Gobierno se jactaba de que la operación daría trabajo a 200.000 parados.

¡Menudo fracaso! ¡Total fracaso! Aguirre y su segundo se lanzaron a convertir a un magnate que se parece al padrino de una familia de la mafia , el multimillonario Sheldon Adelson, en el salvador de Madrid e incluso de España. Enorme patinazo. Se creyeron que había que contentar al dueño de Eurovegas, conocido por el FBI y algún que otro tribunal de EEUU. Le hicieron cucamonas a quien financia a los candidatos republicamos. Es decir a la derecha americana. Pero no sirvieron para nada las gracietas de Aguirre al supuestamente mafiosi y menos aún las de González.

Entre los sueños de Eurovegas y el bochorno de la Sanidad madrileña, aupada a ser privada por la tozuda Esperanza, la herencia que dejen los políticos y políticas populares, tras las elecciones, será tenebrosa. Y eso sin contar a la enchufada alcaldesa de Madrid, la incapaz Ana Botella, nacida para otras cuestiones y no para dirigir el Ayuntamiento de la capital de España. Más torpe que ella no se ha visto en el municipio a nadie. Desde la transición a la actualidad. Escalofriante record el de Botella. Escalofriante record del PP en Madrid, después de saquear sus consejeros ejecutivos la entidad Cajamadrid en diecisiete años en que la gestionaron bajo la presidencia del todopoderoso D. Miguel Blesa de la Parra, hoy visitante asiduo de juzgados y conocido de los policías de la UDEF.

Una vergüenza para los madrileños haber votado a este partido que les ha traicionado hasta el punto de dejarles en la más absoluta bancarrota tanto económica como de derechos. Tanto que les gusta hablar de la herencia recibida, miedo da pensar en la que van a dejar.

Saludos.