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02-07-10 21:56 #5663981
Por:Linceyberico

MANIFIESTO SINDICAL.
Al inolvidable camarada Paco Cassaurranz, falangista, precursor notorio del sindicalismo revolucionario de FE JONS (Auténtica)

A todos los que se consideren auténticamente falangistas


La reciente crisis económica provocada por la especulación del capitalismo financiero internacional, no sólo es la consecuencia de la explosión de una burbuja inmobiliaria en España unida a una crisis de devaluación del dólar frente a una economía emergente de nuevas potencias capitalistas como China, India o Brasil; lo que explicaría en gran parte el fenómeno de cobro precipitado de nuestra deuda internacional (así como la de todas las economías de la UE) para reforzar dicha divisa. Aparte del ROBO PERPRETADO CONTRA LA CLASE OBRERA ESPAÑOLA mediante el recorte salarial y de derechos laborales, es una campaña de ese mismo capitalismo dirirgido hacia dos objetivos, al menos en nuestra zona:


Establecer el imperialismo económico dirigido por una moneda única a nivel global que, controlada por el Banco Mundial, FMI, y demás instituciones financieras globale, establezca el valor de todo el trabajo de la clase obrera para su propio beneficio a través de los pagos de una deuda contraída por la oligarquía político-financiera de cada país antaño soberano. Ceder soberanía económica es ceder democracia en cada nación y entregarnos a la dirección de intereses ajenos al nuestro y sin ningún tipo de control. Recordemos que los primeros parlamentos europeos surgen en torno al siglo XIII ampliando el consejo Real y dando acogida a los representantes de las ciudades (tercer estado) que querían compensar el derecho real a “quebrar moneda” (a devaluar en beneficio del Estado) con la satisfacción de reivindicaciones en forma de libertades formales frente a los abusos de los estamentos nobiliarios; nobleza e Iglesia. El Estado, para ser independiente, lo habrá de ser con soberanía económica. Si no la tiene, sencillamente no hay Estado, ni independencia nacional. Ni habrá España, ni habrá Francia ni Alemania. Las uniones entre naciones lo serán si previamente hay independencia nacional, lo que no es el caso. El euro, el dólar, son monedas controladas por esa oligarquía mundial y que como no tienen el respaldo fijo del oro, como sucedía en los años de entreguerras del pasado siglo –quien controlaba las reservas de oro controlaba el valor del trabajo y así lo explotaba mediante el pago de costosísimas importaciones que realizaba el país que apenas tenía oro contribuyendo a reforzar la divisa en la cual las pagaba- resulta que su valor digamos aparente, o virtual se alimenta del cobro de unas deudas que esa misma oligarquía ha animado a contraer a gobiernos títeres, o diríamos mejor, sistemas títeres y pseudodemocráticos. Vivimos algo semejante a esa repatriación de capitales-en dólares- a los “mercados financieros” de EEUU, que provocó la ruina de las naciones europeas después del crack bursátil de Waal Street en octubre de 1929.



No nos debería extrañar este mecanismo, que es el que esos canallas han alentado mediante la política de “pseudo-industrialización” del tercer mundo “generosamente” financiada por ellos, sin ningún escrúpulo a la hora de imponerles dictaduras militares al principio, para luego poder sangrarlos de manera lenta y segura. No han necesitado de dictadores en Europa, y en nuestro país. Ha bastado el absurdo convencimiento que las masas todavía tienen de que viven en “democracia”. Y que la globalización es un “progreso” para la Humanidad.



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Ahora nos convencerán de la necesidad que vamos teniendo de una moneda única mundial para evitar sobresaltos. Una moneda, insisto, controlada por ellos y alimentada por el trabajo barato y casi bajo condiciones de esclavitud, de nosotros, los trabajadores. El imperialismo mundial. La explotación del trabajo mediante la extracción de una plus-valía que será tanto más gigantesca cuanto más precarias sean las condiciones del trabajador. Y eso vamos a tratar en el siguiente punto.


En España, la derecha, que parece que vuelve a exhibir con su acostumbrado impudor la bandera nacional, está contentísima con lo que llama la “reforma laboral” Los sindicatos molestan, con sus convenios colectivos y sus “rigideces” en el mercado de trabajo,impidiendo el despido libre, y la contratación a nivel casi individual, con condiciones que dependan de la “situación” económica de la empresa. Vamos, que lo que están impidiendo es que la economía sumergida, esto es; la economía ilegal que explota a los trabajadores en condiciones de semiesclavitud y que ahora están sufriendo en indignante chantaje laboral millones de trabajadores, sea LEGAL. La pandilla empresarial se atreve a decir que el despido del trabajador fijo es el más caro de Europa, Claro, que se “olvidan” del hecho de que cobramos casi tres veces menos que el trabajador alemán o francés. Lo que quieren está claro: hacer trabajadores fijos a cambio de salarios de hambre y de despido casi gratuito. No han caído en reivindicar en el sistema de servidumbre del Bajo Imperio Romano, pero a no dudar una vez en él establecidos, reclamarían la esclavitud.



Ya lo dice nuestro ínclito Gobernador General del Banco de España, Fernández Ordóñez, puesto ahí por el PSOE, por cierto. Los sindicatos son antieconómicos, porque impiden la generación de empleo dadas sus rigideces a la hora de pedir altos salarios, ya que estos están por encima de la productividad.



Miente, miente como un bellaco y él lo sabe. Hasta el mismo Boyer, nada sospechoso de anticapitalismo acaba de declarar que la productividad del trabajador español no está por debajo de la de sus compañeros europeos o norteamericanos. Mientras que los beneficios han estado disparados estos últimos años. Lo que pasa es que Ordóñez, y los embaucadores como él, cogen como ejemplo los años del boom inmobiliario en el que se estaba gestando toda la burbuja, todo el pelotazo de los capitales especulativos, en los cuales es evidente que el trabajo –ladrillo y construcción- está en función de la generación de esa misma especulación inmobiliaria, y no en función de unas inversiones en sectores industriales o tecnológicos punta (I + D)en los que sí se demuestra la productividad del trabajo..


Pero todo es de una vileza, de una falta de moral... que cae dentro de lo que se ha considerado siempre como TIRANÍA.


Ahora nos toca pagar la deuda que han contraído los capitalistas no para industrializar a España, o hacerla competitiva. Sino para jugar al Monopoly, de la mano de los trileros de Wall-Street. Es un atraco a mano armada, que sufren los más débiles, los pensionistas, los dependientes, las madres, los trabajadores que se van a la calle porque la clase media no tiene capacidad de demanda (dadas las proporciones inmensas del atraco) y por lo tanto sus fábricas cierran, tratando los patronos de que el despido sea los más baratito posible, con el aplauso de los contertulios de Intereconomía, y de todos los grandes gurús de la economía. (Hay una curiosa excepción en estas tertulias, y es Eduardo Gª Serrano, que pone nervioso a algún patrono atacando el capitalismo financiero, pero que se ha quedado en sus argumentos con el José Antonio de la primera época, que aún confiaba en que obreros y empresarios estaban en el mismo barco. No con el que niega la relación comprador-vendedor de fuerza de trabajo, de su última y por lo tanto más válida época, en la que adopta el sindicalismo revolucionario de la más auténtica raíz roja y negra)


Un pueblo ignorante agacha la cabeza y se dispone a doblar el testuz, para facilitar la obra del matarife.


Y para ellos los sindicatos sobran, claro. Están a punto (apuesto a que lo harán de un día para otro) de reivindicar la Ley Le Chapelier, jacobino de la Revolución francesa y autor del famoso artículo de la Constitución de 1791, que lleva su nombre y que estuvo vigente en Francia hasta 1864. Consistía en oponerse a la asociación obrera ya que ello suponía que los obreros se pondrían de acuerdo en reivindicar un determinado salario para cada sector determinado junto a unas condiciones laborales que los alejasen de las condiciones de semiesclavitud; con lo cual, incurrían en un delito de lesa economía liberal: el MONOPOLIO. Monopolio en la oferta de la “mercancía trabajo”. También prohibía, por cierto, las asociaciones de la banda empresarial. Pero para los patronos.... ¿Para qué asociarse cuando no tenían enemigo enfrente y sí una capacidad todopoderosa para dictar sus condiciones a los trabajadores, teniendo en cuenta que si no las aceptaban eran libres, pero eso sí, libres para morirse de hambre, como ya señaló José Antonio? ¿No es eso lo que quieren “reivindicar” los neoliberales de hoy en día que día tras día braman sus amenazas TERRORISTAS?


¿Y qué tendríamos que decir a esto los nacionalsindicalistas?


No creo que a ninguno de nosotros le guste la actual estructura y funcionamiento de los sindicatos. Pero de momento, hay que defenderlos, porque aun siendo malos, es el único obstáculo que entorpece, aunque sea débilmente, el camino del enemigo, el camino del capital. Hoy los capitalistas están luchando porque desaparezcan incluso los convenios colectivos, y vuelva el trabajador a ofrecerse al patrono como si de un esclavo se tratase.


Un poco de historia para empezar.


Durante la llamada Transición, (que como la Historia ha demostrado no fue sino una continuidad del viejo fascismo adoptado por la oligarquía española que quería cambiar de nombre para mantener los beneficios intactos y la casaca siempre nueva, tal y como decía Onésimo) Comisiones Obreras participaba en las elecciones a enlaces sindicales dentro de la Organización Sindical. Dicha Organización contaba con un capital muy importante, nacido de la contribución de generaciones de trabajadores españoles, y con una potencialidad para el fortalecimiento de la lucha obrera que no pasaba desapercibido para la Central sindical aludida. UGT apenas hacía acto de presencia. Marcelino Camacho, viejo conocido de nuestro camarada presente Narciso Perales, propugnaba algo así como la Unidad Sindical.


Bajo esta propuesta, la Organización Sindical permanecería como la caja común y la infraestructura de toda la clase obrera española. Sería la sede de un “parlamento sindical” en el que las distintas centrales sindicales concurrirían para debatir y establecer acuerdos de la lucha obrera, y la que ganase las elecciones entre todos los trabajadores por ramas de producción, tendría la responsabilidad de la gestión y la capacidad ejecutiva `para llevar a cabo los acuerdos democráticamente tomados, así como la responsabilidad en los Convenios Colectivos de cada ramo.


Pero enseguida esto se fue al traste. La recién llegada UGT propugnó la “libertad sindical” basada en el pluralismo individualista de los sindicatos frente a la Unidad Sindical, y ganó. Podemos maliciarnos los apoyos recibidos.


Resultado: se liquida la Organización Sindical y su patrimonio es repartido, miles de millones de entonces, entre las dos grandes centrales. CNT reclama vía contencioso administrativo y gana.


Destino de ese reparto: las organizaciones se apresuran a malgastar lo repartido. Es la época del gran fraude de la UGT en lo de la cooperativa de viviendas PSV. La pasta se la pulen, se la juegan. Se la apropian indebidamente... acaba desapareciendo. CNT dormita en los laureles bajo ese eslogan tan conocido también por las falanges que existen y han existido: el pueblo lo pasará muy mal bajo este estado de cosas; cuando ya no pueda más, VENDRÁ HACIA NOSOTROS, QUE LE ESPERAREMOS CON LOS BRAZOS ABIERTOS. Y el pueblo, claro, no vino nunca.


Y el cuento se acabó.


Al pueblo se le convence yéndole al encuentro, haciendo mucha calle, mucha lucha en el exterior de nuestras sedes.
Pero a lo que vamos: se produce la ruina de las centrales sindicales. La ruina absoluta y una falta de afiliación descarada. Los capitalistas sonríen complacidos. Un tonto y su dinero no suelen estar mucho tiempo juntos; como decía un personaje de Wall Street en una famosa película. El Estado acude presuroso a garantizar la existencia constitucional de los sindicatos mediante ¿Qué?


Mediante la subvención. La maldita subvención que abole la independencia del obrero a la hora de negociar y la condiciona al gobierno de turno y a sus intereses, que jamás han coincidido con los suyos. Pero... aparte de todo esto:


¿Para qué demonios un trabajador quiere afiliarse al sindicato que le está negociando su Convenio Colectivo cuando ya cuenta con un “pringado” compañero suyo que ya lucha por él, hace las huelgas por él, y que le consigue un incremento de mejoras laborales y salariales a pesar de haber actuado como un repugnante esquirol? Sin contar con que ese “pringado” cuenta , para su lucha, con una ley de huelga preconstitucional, que nadie se ha encargado de remozar y adaptar a la situación actual. Y esto viene muy bien a la patronal, porque en ausencia de ley, al trabajador, por día de huelga SE LE ROBA DE SU SALARIO una cantidad que ni en sueños gana al día. El que estas líneas escribe, ha sufrido la experiencia de hacer varias huelgas para su sector. Y un día, la patronal , ante las explicaciones que pedía ante la descomunal cifra de descuento, le dijo que la fórmula aplicada nacía de dividir el sueldo bruto anual POR LOS DÍAS EFECTIVAMENTE TRABAJADOS, sin existir vacaciones, sábados, domingos, etc.


Luego la huelga, en la situación actual no es un método eficaz de lucha, sino un método controlado y disuasorio. Hay que volver a la lucha contínua y a la doctrina de la acción directa.


Pero sobre todo hay que reivindicar algo que repelería a la patronal, al capitalismo. Algo que es común en países europeos avanzados, como Francia, Alemania y EEUU. Esto, para más INRI, no es pedir peras al olmo, ni algo que sea “utópico” o “socialista”. Es algo plenamente coherente incluso con la constitución de un país liberal-burgués, como se ve.


Los Convenios Colectivos son contratos. Y los contratos obligan a las dos partes que los firman. Luego si un trabajador no está afiliado a la organización sindical, no le es de aplicación el convenio. Y si esto sucede, ese trabajador está haciendo competencia desleal, o lo que se llama “dumping laboral” al resto de sus compañeros. Y esto es delito. Luego al firmar un contrato, es de obligado cumplimiento la presentación de la afiliación sindical; o si no, no hay contrato.


Resultado: afililiación obligatoria en la práctica, tal y como era la vieja reivindicación de las JONS. Que los sindicatos pasen a ser sostenidos por los trabajadores. Que sean estos los que en consecuencia, exijan democracia interna a las organizaciones. Y que el Estado liberal-burgués no tenga, como ahora, voz, voto y veto en ese terreno. Y la llave de la caja fuerte.


Proponed eso, dentro de la corrección bienpensante y de las tendencias de “homologación” con Europa. Veréis como los de derechas desvían la mirada a otro lado y cambian inmediatamente de tema. Ellas, en realidad, rezan en secreto para que el actual sistema sindical subsista. Es su manera de controlar al enemigo.


Comprándolo.


Hay que volver, en definitiva , al modelo de unidad sindical que proponía al principio de este tema y así conseguir una unidad, autonomía, eficacia de lucha, control democrático, reconstrucción de un patrimonio sindical antes dilapidado, cajas de resistencia unificadas, capitalización e inversión obrera, etc etc que es necesaria... ¿Acaso solamente para la lucha obrera? ¿Para conquistar un estado del bienestar que nunca conocimos?


No; también para la Patria, para la Nación española.


Por eso somos nacionalsindicalistas.
El capitalismo, la derecha, tiende a la globalización. Y ésta al monopolio. Y todo monopolio tiende al totalitarismo; a la ruina de las personas, de las familias, de los humildes. Tiende a transformar a los ciudadanos libres en esclavos sin capacidad de decisión sobre lo que determina su vida, su trabajo: el valor de lo que produce, encarnado en la soberanía económica sobre su moneda. Sin soberanía, no hay Estado. No hay Nación libre.


Nosotros, los nacionalsindicalistas, somos partidarios ¡como no! De que paulatinamente desaparezcan las fronteras que han dividido a los hombres y provocado guerras por causa del nacionalismo, que es el individualismo posesivo y burgués de los pueblos, como lo demuestran los nacionalismos peninsulares (e insulares) que estamos sufriendo. La globalización que concebimos, la “Aldea Global”, es una unión que nace del pacto entre naciones no secuestradas por el capitalismo internacional. Entre naciones libres y soberanas, que como en todo pacto de unión, mantienen su personalidad , independencia y libertad.


Camaradas y amigos: la clase obrera española está sufriendo el robo y el expolio más grande de su historia. La Nación española está secuestrada por los “mercados”internacionales del capitalismo financiero y especulador.


Hora es ya de proclamar que este Estado no es ni libre ni soberano. (¿Un “poco” soberano? ¿Acaso una mujer puede estar “un poco” embarazada?)


La llamada democracia es falsa. Es una burla sangrante de la verdadera democracia. El trabajador vive bajo el terrorismo del paro o de la incertidumbre en su trabajo. EL PUEBLO ESPAÑOL VIVE SOMETIDO A LA TIRANIA DE UNA OLIGARQUÍA POLÍTICO FINANCIERA ESCLAVA DE LOS MERCADOS INTERNACIONALES, A LOS QUE HA VENDIDO SU ALMA Y SU INDEPENDENCIA.


RESISTENCIA
ACCIÓN DIRECTA
POR LA APERTURA DE UN PROCESO CONSTITUYENTE PARA UNA REPÚBLICA SINDICALISTA
UNIDAD SINDICAL Y AUTOGESTIÓN
PATRIA LIBRE O MUERTE
¡¡ARRIBA ESPAÑA!!




Antonio Eduardo Pascual Martínez
Antiguo militante de FE de las JONS (Auténtica)

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Puntos:
05-07-10 17:41 #5677284 -> 5663981
Por:Linceyberico

RE: MANIFIESTO SINDICAL.
Parece que a nadie le interesa comenzar,una vez perdido casi todo a relanzar nuevas alternativas sindicales...........
Puntos:
06-07-10 16:05 #5683205 -> 5677284
Por:Qeija de la Vega

RE: MANIFIESTO SINDICAL.
De acuerdo en casi todo, lo que nunca llego a comprender por que hay que aguantar lo malo que se tiene en pos de una presunta resistencia al enemigo, si el problema reside en el perjuicio que causan con su actitud y comportamiento, aguantarlos mas es restar credibilidad dia a dia.

Impresiona, entre otras muchas cosas, la negativa de entrar los medios de comunicacion, en la ultima asamblea del metro, por la posibilidad de ser agredidos por algunos de los luchadores por la libertad, por que no estan de acuerdo con la opiniones de algunos de estos en el analisis de la huelga Pasmado Pasmado.
A mi no me sorprende
Diabolico
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MANIFIESTO FALANGE AUTENTICA. Por: linc 14-11-09 19:58
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