Campo Real - Madrid

Para todos los campeños FELIZ NAVIDAD,un saludo especial vecina.

Feliz Navidad neutro (esperaba tu felicitación) y a todos los foreros.
Aunque hace mucho que no escribo en el foro, lo sigo, tanto el de aquí como el de Loeches.

FELIZ NAVIDAD a todos.

No hay nada como tener fe. Basta con eso, con tener fe, pero qué difícil es tenerla en según qué cosas. En la Justicia, por ejemplo. Y más concretamente en la Justicia española, que no es una cosa de leyes y de jueces, cual debiera, sino de políticos, la mayoría de ellos tan chungos y tan rapaces. Fe en la Justicia podría tenerse si ésta no llevara otro apellido que el de independiente, aunque otros apellidos, diligente, neutral, amparadora, proba, clemente (con los pobres), severa (con los ricos), tampoco le sentarían mal, ni mucho menos. El caso es que, para no seguir liándonos con lo de la fe, a los grandes hacedores de la ruina de España, a los que desvalijaron España y a los españoles hasta reducirles a éste mísero estado, la Justicia no termina de rozarles siquiera.

En torno a las mejores mesas de ésta Nochebuena se sentarán, maqueados y hediendo a perfume, mostrando sus pelucos de oro macizo al levantar las copas, aquellos que debieran, por la generosidad de Instituciones Penitenciarias, ceñirse al menú carcelario, que no es malo, salvo por los langostinos cocidos, en ésta fecha. Se hincharon a robar desde sus despachos, sin exponerse siquiera, por sus aforamientos varios, al albur de que los trincaran en plena faena, consustancial a los malhechores corrientes. Pero no se hincharon a robar en abstracto, sino cuanto tangible y fungible se les puso por delante: hasta el último duro de los hipotecados, los hogares de éstos, el dinero de los jubilados, los ahorros de los trabajadores, los quirófanos, los maestros, las becas de los estudiantes, el auxilio de los incapacitados, los derechos de los creadores, las salas de teatro y de cine, las orquestas, los puestos de trabajo, los paisajes vírgenes e inmaculados, y todo cuanto, como digo, se les puso a tiro de sus escopetas de mira telescópica. De lo que robaron, hicieron, al parecer, como Bárcenas: una parte para mí, otra para los amiguetes, y el que parte y reparte se lleva la mejor parte.

¿Nochebuena? ¿Noche buena? Medio país no es que se haya quedado ésta noche sin una buena mesa, sino sin mesa siquiera a la que sentarse. Langostinos de plexiglás, sí, que son símbolo de menesterosidad y del expolio social y de la caridad que la crea, pero entre lo que se echará en falta en esas meses escandalizará particularmente un despojo: la dignidad robada. Se la llevaron, los del peluco y el botox, los de las pieles y los animales masacrados, los de la pluma de oro y los gemelos de lo mismo, pegada al botín. A ellos no les sirve para nada, pero sin ella las víctimas no pueden vivir.