Cadalso de los Vidrios - Madrid

Me parece inútil huir a los desiertos o construirse una casa encima de un monte precioso si el remordimiento y el mal humor hasta allí nos persiguen. Si tenemos paz no nos hace falta hacer tales experimentos. El único retiro verdadero es el del corazón, el mejor descanso es el reposo de las pasiones y la vivencia de las emociones. A tales personas poco les importa ser jóvenes o viejas, ricas o pobres, guapas o feas... porque viven de una forma honesta y elegante. Este tipo de gente creo que nunca mueren del todo porque siempre permanecen en la mente de los vivos mientras sus creencias están dispersas por la Naturaleza. Esas personas nunca pierden sus horas de amor, ni las de inspiración, ni las de esperanza... Nunca están ausentes de la gente que les quiere. Se renuevan permanentemente. Se hacen nuevas cada vez que las reencuentras. Mueren como han vivido con una resignación elegante. Si es que mueren verdaderamente.