Villalquite - Leon

Un rebaño pasta en los alrededores del monasterio de Sandoval.
F. FERNÁNDEZ /La Crónica de León, 02.07.2006
VILLAVERDE DE SANDOVAL.— La estampa que los visitantes del histórico monasterio de Sandoval se podían encontrar estos días es, cuando menos, curiosa. Un grupo de ovejas y cabras pastan tranquilamente en los alrededores del edificio, entre los dos cementerios y los antiguos huertos, en terrenos del propio monasterio, protegidas por las verjas cerradas para que no se escapen.
Si la estampa les llama la atención y deciden hacerle una fotografía puede aparecer el actual cuidador del lugar y mosqueado te advierte: «Eso es particular, no puede usted hacer fotos».

¿No se le pueden hacer fotos al monasterio, los alrededores —entre los que se encuentran las ovejas— desde la carretera? Pero puede ser aún más curioso. Si caminas hacia la fachada principal del edificio para verla, entre el monasterio y la panera, te vuelve a advertir.

— Esto también es particular, hay que pedir permiso para entrar.

— ¿A quién?

— A mi. Y no se lo voy a dar.

— Este gran cartel dice que la Junta, a cuyas arcas cotizamos todos, está invirtiendo más de 200.000 euros en el edificio ¿y no se puede visitar?

— No. Es particular.

Así están las cosas. Las ovejas y cabras pueden entrar, los visitantes depende del guarda.

Cierto es que en este monasterio hay un verdadero laberinto de propietarios y que una parte de los terrenos que circundan el mismo es de una familia de la comarca, los herederos de la añorada señora Munda, y la panera de la Junta Vecinal. Sin embargo, la imagen del lugar, el cuidado de quienes se acercan a visitarlo y su promoción exigirían mejores modos ¿Se podría ayer negar a dejar pasar por el mismo lugar a los que acudieran a ver en directo el concierto de Fug'Arte al que se tiene que acceder por el camino por el camino que él guarda asegura que es privado?

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