Villalquite - Leon

Una vaquilla atraviesa la ciudad con 20 policías tratando de darle caza durante una hora .
ÓSCAR GONZÁLEZ/La Crónica de León/03.03.2006

LEÓN.— Skaters realizando acrobacias sobre sus tablas y bicicletas, policías uniformados a la carrera y una vaquilla totalmente desorientada, tres elementos que en principio no tienen ninguna relación lógica pero que, sin embargo, y por una cuestión de azar se vieron mezclados durante la tarde de ayer en León en un cómico suceso con final feliz.
Todo comenzó en torno a las seis de la tarde, cuando la Policía leonesa recibía el aviso de un conductor que alertaba de que a la altura del hotel Cortes de León, en la carretera de Asturias, un vaquilla rondaba a sus anchas por la carretera, para sorpresa de conductores y público ocasional. Tras la noticia, varias patrullas policiales se dirigieron hasta el lugar a toda prisa para tratar de controlar al animal antes de que pudiera provocar un accidente, pero antes de que pudieran llegar, la vaquilla, seguramente asustada y desorientada por su repentino estado de libertad, ya había emprendido una alocada carrera hacia la ciudad que nadie podría frenar hasta una hora después.

El animal, de unos 150 kilos aproximadamente y de un color negro intenso, inició su sprint por la avenida de Asturias y, emulando la velocidad de los toros de lidia en los encierros de San Fermín, en un abrir y cerrar de ojos, se plantó en la avenida Padre Isla, que recorrió en sentido contrario a un ritmo trepidante y sin detenerse nada mas que para embestir a un par de coches que se cruzaron en su camino. Para entonces, las patrullas policiales que ya se habían duplicado y habían cortado al tráfico toda la avenida y la zona de la plaza de la Inmaculada, intentaban dar caza, sin éxito, a la vaquilla que no respondía ni al sonido de las sirenas ni al acecho de los agentes.

Esta especie de encierro a la inversa, ya que era la vaquilla la que corría delante de los policías que eran incapaces de detenerla, continuó por la plaza de la Inmaculada hasta llegar a la glorieta de Guzmán, donde muchos conductores presenciaron con la boca abierta y hasta frotándose los ojos, la peculiar persecución. La vaquilla decidió entonces enfilar el paseo de Papalaguinda por la zona más cercana al río, no sin antes, embestir en un par de ocasiones más a dos coches patrulla que trataban de cortarle el paso. En este punto, ya eran alrededor de 20 los policías que perseguían al animal y que intentaban poner fin a su maratón por las calles de la ciudad.

Finalmente, los agentes lograron cercar al animal, a la altura del skatepark cercano a la Plaza de Toros, donde se concentraban un buen número de patinadores que por un momento aparcaron sus monopatines y sus bicicletas para centrar toda su atención en lo que sucedía en las inmediaciones. Los policías tuvieron que esperar unos minutos a que la vaquilla se tranquilizara para proceder a atarla y vendarle los ojos para que no se asustara. Unos minutos después, y con la situación totalmente controlada, la vaquilla permanecía tranquilamente echada a la sombra de un árbol en uno de los laterales del skatepark, totalmente ajena a la odisea que unos instantes antes, y durante una hora, había hecho vivir a las fuerzas de seguridad de la ciudad. Incluso alguno de los curiosos que se acercaron hasta el lugar sacaban fotos del animal como recuerdo de una tarde que acabó entre risas y bromas, incluso de los propios policías que habían participado en la persecución

La aventura finalizó por completo, a las ocho de la tarde, cuando un camión se llevó al animal del lugar, mientras la policía trataba de localizar al dueño.
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Buen fin de semana a todos.