Villalmonte - León

Mirando el Retablo y la iglesia entera:

Oración de la Parroquia de Villalmonte.

Dios, padre celestial, miradnos desde el Cielo, y bendecid nuestro peregrinar aquí en

la tierra.

Oh Jesús, crucificado, muerto y resucitado, tuyos somos, no nos abandones ni nos

dejes, pues tuyos queremos ser siempre.

Oh Maria, madre de Dios y madre nuestra, Virgen María Inmaculada, iluminada por la luz de la gracia de Dios padre, esposa del Espíritu Santo, madre de Nuestro Señor Jesucristo, ruega siempre por nosotros.

Sagrados corazones de Jesús y María, en vos confiamos.

Virgen del Rosario, haced que nunca nos apartemos de la lglesia de Cristo y su

misterio.

Nuestra Señora de Fátima, haz que nuestro pueblo, región, Nación y Estado nunca se separen ni aparten de Dios.

San Antonio de Padua y San Antonio Abad, cuidad de nosotros, de nuestras
haciendas y familias, en especial de los niños.

Apóstol señor Santiago, patrón de esta 'parroquia de Villalmonte "apóstol Santiago"' peregrino, haced que sepamos convivir -y buscar la Unidad- con las otras religiones cristianas; con los creyentes musulmanes, con los judíos nuestros antecesores en la
fe, con los que no conocen a Dios y con los ateos, a los que quisierais y queremos Evangelizar para que un día todos conozcan el Evangelio de Amor de Jesús y a Cristo mismo. Y con san Juan Pablo II, amigo, Rogar por España y por nosotros.

Santa Lucía, patrona de la buena vista, rogad por nosotros.

San José bendito, Patriarca de la Iglesia Universal y Abogado de la Buena Muerte, asistidnos a todos en la Hora de nuestra muerte.

Oración:

Oh Dios, que concediste a nuestro pueblo de Villalmonte pertenecer a la gloriosa fe católica y a la Iglesia, dentro de la histórica tierra de cántabros y astures, y luego del Reino de León y de la Corona de Castilla y León:

Os damos gracias por la fe de España y por la densa obra evangelizadora y de cultura de España y los españoles en el mundo a lo largo de los siglos.

Concedednos, Oh Dios, vivir y morir en la fe que nos legaron nuestros mayores -que es la nuestra- por el bautismo y los sacramentos de la santa madre Iglesia Católica y que en la hora de la muerte a todos nos asista la Gracia de Dios y la incesante intercesión de San José, abogado de la buena muerte; los corazones de Jesús y de María, y los santos todos de esta iglesia que aquí hemos nombrado y aún los otros de la lglesia Católica de España y del mundo entero.

Os lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.