Villafer - Leon

"Bando de buen gobierno" del Alcalde de Villaornate (Ayuntamiento al que entoneces pertenecía Villafer), publicado en el BOP del viernes 20 de enero de 1837.

Éstas son algunas de las "reglas" dictadas por la Alcaldía

2ª En consecuencia mando a todos los habitantes, conserven el mayor orden respetándose mutuamente sus personas y propiedades, y por tanto no dará lugar a tumultos, conspiraciones, asonadas, conmociones, riñas, desafíos, ni a proferir palabras alarmantes, oscenas ni indecentes, que perturben la opinión a nuestro legítimo Gobierno, sus sabias disposiciones, ni el reposo, seguridad y tranquilidad de los habitantes.

3ª Prohíbo desde hoy las rondas llamadas de mozos, los hilorios, los juegos de lises y de envite, en la plaza, tabernas, posadas casas particulares y en las de las llamadas castañeras, los días y noches festivos; y los de trabajo, toda clase de juegos, bailes y diversiones, que destruyen el ejercicio de los oficios, trabajos del campo y labores domésticas en perjuicio de las familias.

4ª Los días festivos después de cumplir cada uno con el precepto de oír misa y demás ejercicios espirituales, que acuerde el Sr. Cura párroco; las judiciales y las necesarias para el régimen de los habitantes, serán por la tarde del juego no prohibido y bailes honestos, que sirvan de distracción y diversión y no de vicios escandalosos, sin perturbarse ni insultarse por persona alguna de ambos sexos.

5ª Las mujeres para el uso de sus labores de manos las harán en sus casas a la orden de sus maridos y a la cabeza de sus hijas y criadas, y de ninguna manera en corrillos en la calle, pues en los días de sol en el invierno y de fresco en el verano, podrán salir a las puertas de sus casas a disfrutar del clima, y cuando a las puerta de sus casas no tengan del beneficio y le tuviere la vecina inmediata, y por esta razón tengan que reunirse, será su conversación muy comportada, sin tocar asuntos políticos ni decir cosa alguna contra el Gobierno, autoridades ni personas de los habitantes.

6ª Prohíbo en invierno desde las diez, y en verano desde las nueve de la noche, rondas, cánticos ni reuniones en las calles, lo mismo que en las tabernas y aguardentería gente alguna a beber salvo lo necesario que tengan que ir a buscar para el uso de sus casas, y para alimento de enfermos, que entonces los abastecedores, especialmente en el ultimo caso, no dejarán de despachar el género que haga falta sin molestar.