Valduvieco - Leon

Recuerdos de infancia, 93. Febrero 2015. Sopas de ajo.
Días de frío, duro invierno. Días de sopas de ajos. Aunque para “las sopas de ajo” era propicio cualquier día del año. No era comida de temporada. Igual se comían en invierno que en verano. Los desayunos se hacían fundamentalmente con sopas de ajo. La leche era escasa. Las vacas harto hacían con amamantar a su ternero para sacarlo a flote y poder venderlo. Y además trabajar. Tener vacas de leche vino más tarde. Para la leche de los niños pequeños, a veces, se tenían cabras.
A la postre las sopas era pan duro que iba sobrando de cada día, después de dar de comer al perro, que comía “rebojos”. Pan de aquellas enormes hogazas que se amasaban cada 15 días. - Bueno rebojos se comían en León. En otras zonas se llama sencillamente pan duro, - porque otra cosa no tendremos, pero “riqueza” de vocabulario…
Recuerdo aquellos cazuelos o escudillas de sopas antes de ir a la escuela. Cada uno teníamos el nuestro. A veces se guardaban patatas de la cena anterior y se mezclaban. Tambien estaban ricas.
Lo de añadir trucha es ya de restaurante y más moderno. Antes como mucho se añadía un huevo o torrezno cuando se llevaban al campo. Ah! Llevarlas al campo era otra historia. Si el burro de turno era malo, las sopas llegaban en la alforja más que en el cazuelo.
Saludos a todos los mondillos.
A. A. F.