Sorriba del Esla - Leon

Continuamos el debate en este foro:

Nos desayunamos los diferentes grupos políticos que conformamos la oposición municipal con la noticia –vía prensa- de que el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Cistierna destina -de los fondos anticrisis de una crisis que no existía- 351.298.-€ a la ampliación de la residencia de ancianos y 330.00.- € a la reforma del Albergue Municipal.

Cierto es que en la reunión de la Comisión Informativa admitió que se ampliaría la Residencia y que, el sobrante, a instancias del PSOE que desechó la propuesta de la UPL que pretendía se asignara a cada pueblo del municipio una cantidad proporcional a su población, se destinaría a la reforma del Albergue.

Hasta ahí todo bien, a nadie se le oculta que la construcción del albergue no se efectuó en el mejor lugar y que los accesos son penosos, pero la sorpresa salta cuando sin previo aviso y sin convocar la pertinente Comisión Informativa, se aprueban las inversiones definitivas (a ningún grupo político se nos ha comunicado ni ofrecido para su estudio definitivo). Es cuando se descubre la improvisación y la falta de voluntades. Se destina más dinero a la reforma del albergue municipal prácticamente inoperante y de difícil gestión, que a la reforma y ampliación de la Residencia de Ancianos que crea empleo fijo y garantiza la prestación de un servicio a precio asequible.

Resulta chocante se tomen como definitivos los de inversión previstos hace seis años, sin tener en cuenta actualizaciones de precios, mejoras tecnológicas, posible cambio de ascensor, reposición de mobiliario, adecuaciones a la nueva normativa e, incluso, la posibilidad de construir nuevas plazas que aseguren la rentabilidad del servicio. Se trata de una tomadura de pelo en toda regla y demuestra la escasa capacidad de diálogo y consenso del un equipo de gobierno incapaz de asumir propuestas distintas a las que emanan de su entorno. Mucho nos tememos que las obras solicitadas se conviertan en una chapuza pues el ratio de inversión por plaza se sitúa en unos dos millones setecientas mil pesetas de las de antes por residente, cantidad muy alejada de la media y casi ridícula comparada con el coste destinado a las plazas del albergue o la destinada a la adecuación del camping municipal. Esperemos que mientras se ejecuten los trabajos y, tras las obras, no se causen excesivos trastornos a los residentes o aparezcan inconvenientes para su puesta en marcha –falta de sillas, mesas, camas, lavadoras, lavavajillas, mantas, suelos deslizantes, calefacción deficiente….- pero mucho nos tememos que surgirán y éstos, aunque digan lo contrario, sólo podrán deberse a la irresponsabilidad de quien nos gobierna.