Santa Olaja de la Acción - Leon

Lucía, ahora recuerdo otra noria y de la que, curiosamente, habrá sido propietario tu padre al comprar las propiedades de D. Felipe. Ahí, en vuestra huerta, delante de la iglesia, donde está la alberca de riego, quizá siga el pozo donde estaba instalada la noria que la llenaba. Como es una propiedad cerrada, no sé cómo está.

Posiblemente, la maquinaria, por su volumen, haya acabado en una chatarrería, cuando dejó de ser útil, como otras.

La noria de la tía Caridad está en Las Molineras (al otro lado del río y al lado del mismo) a medio camino entre la catarata de La Vayuga y el puente de La Barriada.

Se empleaba para el riego, sacando el agua con el mecanismo de la noria, movido por burro, mula, buey, etc. que daba vuelta uncido a una viga cuadrada que encajaba en la cabeza de la noria. Los vasos (cangilones) de la cadena bajaban vacíos hasta el agua y subían llenos. Al coronar el tambor y cambiar de posición, derramaban el agua en un depósito abierto adaptado y, o bien seguía por los canales de distribución o se llenaba una alberca, para regar en otro momento. Y todo ello con bastante estrépito, pero… ¡cómo nos fascinaba verla funcionar!

Por fortuna, ahora tenemos Internet y he encontrado unas fotos en Google, que envío y espero que publiquen. Así te harás una idea adecuada y no, por mis palabras. Aunque, los conocerás, para que no los busques, te pongo estos versos del gran Machado.

Saludos afectuosos.



La noria

La tarde caía
triste y polvorienta.
El agua cantaba
su copla plebeya
en los cangilones
de la noria lenta.

Soñaba la mula
¡pobre mula vieja!
al compás de sombra
que en el agua suena.
La tarde caía
triste y polvorienta.

Yo no sé que noble,
divino poeta
unió la amargura
de la eterna rueda
a la dulce armonía
del agua que sueña

y vendó sus ojos
¡pobre mula vieja!
Mas sé que fue un noble,
divino poeta,
corazón maduro
de sombra y de ciencia. (Antonio Machado)

Hola, no me había dado cuenta de que me habías contestado, muchas gracias, muy bien explicado.

Si, tienes razón, en la huerta había lo que yo pensaba que eran dos pozos, justo al lado de la piscina (yo siempre la he llamado así porque cuando yo era muy pequeña se llenó alguna vez y nos bañamos, pese a las culebras y las cucarachas de agua que había, ahora no me metería ni loca!).
Hace tiempo mi padre los mandó llenar de tierra, porque tenía miedo de que se cayese algún niño.
La maquinaria que lo hacía funcionar nunca la he visto.
No tenía ni idea de que eran norias para sacar el agua del rio.

La poesía, muy bien traída, me recuerda al cole, aparecía en todos los libros.

A ver con que nos vuelves a sorprender Maxi!!.