Salientes - Leon

Durante el pasado mes de junio, los vecinos de Palacios del Sil han estado consumiendo agua de la traída en mal estado y en la analítica conocida ahora se ha apreciado «altísimos porcentajes de la bacteria E.coli y niveles muy bajos de cloro». Esta situación y esta última terminología fue dada a conocer ayer por la portavoz municipal socialista en la oposición, Arabia Pérez, quien acusó directamente al alcalde de no avisar a la población e impedir así que consumieran agua del grifo por no presentar las condiciones higiénicas necesarias. Sin embargo, el nuevo alcalde del PP, Fernando Fernández Astorgano, negó ayer que exista problema alguno con el agua y dijo que lo hubo fue el 27 de mayo, antes de ser el regidor (el 11 de junio) «bacterias coliformes» en el agua, pero que quedó solventado al poco de tomar él posesión.

Pero, desde el PSOE critican al regidor: «Los vecinos de Palacios del Sil han estado consumiendo con normalidad agua potable en sus casas sin tener ni idea de que su salubridad dejaba mucho que desear. Y el alcalde del PP no ha tomado ninguna precaución pese a los niveles preocupantes para la salud que reflejaban los últimos análisis realizados», dice Arabia Pérez. Añade que el Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Palacios «no sale de su asombro después de haber tenido acceso a los resultados de la analítica del pasado mes de junio» y destaca que en ellos «aparecían altísimos porcentajes de la bacteria E.coli».

Resalta que el equipo de gobierno del PP «se ha guardado de hacer ningún tipo de advertencia a la población y con ello ha permitido que se consumiera el agua en tan tremendas condiciones», algo que a los socialistas les resulta «sorprendente, y más teniendo en cuenta que el alcalde es médico y sabe bien de lo que estamos hablando».

Así, el PSOE anuncia que reclamará de manera formal al equipo de gobierno toda la información al respecto sobre las analíticas del agua de consumo. Además, exige que a partir de ahora «se haga lo que se tenía que haber hecho desde siempre, que es garantizar de manera absoluta la perfecta salubridad del agua, porque los vecinos no pueden volver a estar expuestos a los efectos que pueda causar la temeridad de quien ahora les gobierna