Respeto a los muertos (los suyos) y desprecio por los vivos. No sé si lo que siento es normal. Siento rabia , asco y hasta desesperación. Lo que la muerte de Rita Barberá ha generado en los medios me sobrepasa, me agrede, me insulta. Esto es un indeseable nido de fascistas putrefacto y nauseabundo. La peste es insoportable.Vamos a la deriva sin remedio. Nos hundimos. Rita Barberá ha muerto sí,, como pasa todos los días. En el metro de Valencia murieron muchos más. Los medios lo taparon y la mártir Barberá ( toda la vida al servicio de los valencianos) se burló de ellos. Muchos más han muerto hoy, víctimas de la guerra o del hambre que generan los que nos dan lecciones de respeto a los muertos (los suyos) y desprecio por los vivos. Otros muertos no merecen el mismo respeto. Las cunetas siguen llenas de muertos y ahí se quedarán. A los adalides del respeto, que nos dan lecciones todos los días, no les conmueve el dolor de muchas familias que lo perdieron todo. En la hemeroteca están las palabras de Rafael Hernando, Pablo Casado, Esperanza Aguirre y tantos extremistas de derechas. Estamos rodeados. Aquellos muertos no merecen respeto, a pesar de que no tuvieron la suerte de tener una vida razonablemente larga y haber muerto de manera natural, como ella. Murieron asesinados. Eran rojos, y ya sabemos que sus vidas nunca valieron nada, como no valen las nuestras. Labordeta no tuvo ningún minuto de silencio. Así lo decidieron sus compañeros Diputados. Su vida tampoco valía nada, como la de la "chusma" que murió en el metro. Mucha de esa "chusma" seguramente la votó y mucha más la siguió votando, a ella y a Camps, después de aquello. "Si no conozco a los muertos, a mí no me afecta" deben pensar. Mi país me da asco. Espero que se me pase. |