Riego de la Vega - Leon

Comenzamos el año del mismo modo en que terminamos el anterior, es decir, con manipulación y propaganda, con el ánimo de engañar al ciudadano, de enseñarles un universo paralelo al real, un universo con unicornios, hadas y Peter Pan, un universo que se estrella con la realidad que vive el hombre de la calle.

Y toda esta burda manipulación viene aderezada con las fanfarrias de los órganos mediáticos del gobierno, es decir, toda la prensa escrita y gran parte de la televisión y las radios, medios que han olvidado la deontología periodística para convertirse en ávidos «feladores» del glande genovés.

El paro ha bajado en España en 2014. Ese es el titular al que se han lanzado todos los medios manipulados por el PP, adhiriéndose a la campaña de marketing electoral que este dato lanzada desde el propio gobierno. Es cierto, para qué negarlo, el paro ha bajado, y ese es el titular. Sin embargo, se puede mentir diciendo la verdad, y eso es lo que ocurre en los primeros días de cada mes, dando como positivos datos que son claramente negativos.

En esta columna volveré a utilizar los argumentos que desmontan todo el jolgorio «pepero» y de todos aquellos que se han entregado al arriolismo a cambio de unas migajas, aquellos que han renunciado a la dignidad por una limosna. Que Rajoy sea un mentiroso compulsivo, ya lo sabemos. Que Fátima Báñez sólo sepa hablar cuando le dan por la mañana el argumentario pergeñado desde la infamia y aunque le pregunten por la hora, ella soltará los argumentos que le pasaron por la mañana tal como haría un loro amaestrado, es lo habitual. Todo eso es normal, lo que no es normal es que sus mentiras sean titulares de prensa o llenen los primeros minutos de los telediarios. El paro ha bajado, sí, pero hay que desentrañar los datos para ver que, en realidad, estamos metidos en la mierda hasta el cuello, que con estos entes que nos gobiernan no vamos a recuperar la dignidad que teníamos y que nos han arrebatado.

El paro ha bajado sí, pero la precariedad ha subido. Son datos oficiales los que afirman que más del 90% de los contratos firmados son a tiempo parcial. De todos esos trabajadores que tienen que acogerse a este tipo de contratos casi el 100% afirman que trabajan en esas condiciones obligados que, si por ellos fuera, querrían un empleo a tiempo completo. Ese es el mapa del empleo en España, la obscena realidad que el gobierno quiere vender como el reino de los unicornios y las princesas. La realidad es que en la España del Partido Popular no se está creando empleo, sino que se está parcelando el que hay con el único fin de maquillar las estadísticas. Son tan miserables que juegan con la vida de las personas para que la estadística afirme que hay menos parados. Esta parcelación provoca una reducción de los salarios que no va en proporción con las horas trabajadas, ya que los malos empresarios se aprovechan de la situación de desesperación para convertir el tiempo parcial contractual en tiempo completo más un bonus de horas extras que, por supuesto, no están remuneradas, ya que la nómina de esos trabajadores sólo muestra la oficialidad de lo firmado en el contrato. Es decir, que esa parcelación lo que está provocando es una vuelta a los roles laborales del siglo XIX, donde no existían los derechos.

A esta parcelación de la jornada laboral, hay que sumarle la temporalidad de los contratos. Un 70% de éstos es por menos de 3 días trabajados a la semana. Para el Partido Popular esto es un buen dato, por lo que se ve. Y para los mamporreros mediáticos también, ya que jalean en sus titulares dicha perversidad. Como dijo un director de uno de los órganos de propaganda genovesa, muchos de sus redactores son felices por ser explotados a cambio de 500 euros al mes. Ese es el nivel al tener la desvergüenza de afirmar que es mejor tener un trabajo de mierda donde el trabajador es explotado impunemente por el mal empresario que no tener nada.

Desde que gobierna Mariano Rajoy al dictado de las exigencias de la CEOE hay una tipología de contrato que se ha incrementado por encima del 60%: el contrato de formación, vamos, el becario de toda la vida. Un trabajador puede ser explotado sin ser pagado por un empresario y, además, esas personas no están dentro de los datos de paro registrado. Maquillaje. La España de Rajoy es un país donde hay becarios de 40 años, sin haber tenido aún un contrato laboral y sin apenas haber cotizado a la Seguridad Social. Esto es así y nadie me podrá decir que es falso.

El paro baja sí, pero porque también ha bajado la población activa. Cientos de miles de españoles han sido expulsados de su país porque éste no les daba una oportunidad ni un proyecto de vida. Los más afectados, los jóvenes y quienes fueron protagonistas de la burbuja inmobiliaria. Vuelvo a dar un dato que es escalofriante: si quitáramos todo el maquillaje estadístico, las horas productivas perdidas, los exiliados económicos y los inmigrantes que han retornado a sus países, estaríamos en unas cifras de paro superiores a 7,5 millones. Un buen dato para el Partido Popular, manda eggs.

El dato que certifica que esa creación de empleo es falsa lo tenemos en el estancamiento de las horas de trabajo en el último año. No hay que ser Einstein para saber que si se crea empleo las horas trabajadas deberían subir. Debe ser que para el PP y para los mamadores del movimiento genovés no es así, porque lanzarse con fanfarrias y tambores a chupetear el glande marianil con estas cifras es para hacérselo ver.

El paro baja, sí, pero es una falsedad que se esté creando empleo.