Riego de la Vega - Leon

"La figura de la muerte, en cualquier traje que venga, es espantosa." Esto lo dijo Miguel de Cervantes.La dama de negro, la parca, cuando aparece aterra al hombre mas pintado. Una fábula de Samaniego cuenta la leyenda de aquel pobre viejo que, cargado de leña, no pudiendo soportar el sufrimiento de sus penurias llamó una vez a la muerte para liberarse de su mísera existencia. Cuando apareció la muerte, con su guadaña y mostrando bien su esqueleto y le preguntó: ¿me llamabas? ¿Que es lo que quieres? el pobre viejo se limitó a responder: Que me ayudes a llevar a la leña solamente.
Botín e Isidoro Alvarez se han ido en el plazo de una semana. Con tantos miles de millones de euros nada han podido hacer frente a la muerte. ¿Que hubiesen dado por poder alargar algo su existencia? Alguno de ellos murió durmiendo lo que le evitó los terribles espasmos y angustias que los muy ricos sienten al tener que dejar todo su dinero y su poder en este mundo.
Cuando yo era chico, el fraile en la escuela nos contaba la historia de aquel cardenal francés que amenazado por la muerte, hizo llevar a su habitación todos sus tesoros y colocar los lingotes de oro y las gemas preciosas sobre su lecho. Pensaba que la riqueza le protegería frente a la muerte, pero no le sirvió de nada.
Es celebre y fue inmortalizado por el genial Delacroix aquel legenario Sardanapalo, rey asirio que en su lecho de muerte hizo degollar a todas sus esposas y concubinas, a sus esclavos, a sus caballos y hasta a sus perros. Todo porque sentia tanto dejar este mundo que obligo a todos a acompañarle.

Los faraones del antiguo egipto arruinaban sus reinos construyendo piramides y gigantescos monumentos funerarios en los que poder acceder mas facilmente a otra vida, ya que en esta se acababa su poder.
Toda su riqueza ha quedado en la tierra y en manos de otros. Toda una vida ambicionando y logrando bienes materiales que a la hora de la verdad sirven de tan poco. En cambio muchisimos pobres de solemnidad les han sobrevivido y hoy gozan de magnifica salud. Parece una ironía pero yo creo que no lo es. La inteligencia que rige el universo y nuestras vidas sabe hacer muy bien las cosas.

Como bien dice el genial periodista malagueño Manuel Alcántara, "la mortaja no tiene bolsillos"; ¿pero a quién no le gustaría dejar muchos millones a la hora de morirse? Señal de que los teníamos.

Digo yo que a los desahuciados por la banca Botín de poco consuelo les servirá que Botín haya muerto.
El consuelo de la muerte de los ricos es para los envidiosos que en realidad querrían ser ricos pero no pueden.

En este planteamiento de los ricos también lloran, hay dos aspectos que a mi me parecen destacables : Uno sería el para qué y otro sería el fracaso de las religiones.

¿Para qué y por qué hay individuos empeñados en acumular riquezas en esta vida de final anunciado?. Es algo que todavía no entiendo bien.
Yo diría que depende de la personalidad y de las dotes de cada individuo, pero me parece a mí que en ellos y en todos hay solamente distintas formas de distraerse, de perder conciencia real, en el tránsito hasta el final. En realidad nuestras vidas son eso, buscar distracciones que nos hagan olvidar la realidad.
Y en esa distracción unos se empeñan en acumular riquezas porque tienen habilidades y pocos prejuicios para obtenerlas.
Pero en todas las acciones humanas subyace en el fondo el miedo terrible a la muerte. A mi me parece que es un gran error de la naturaleza hacer racionales a unos seres mortales.
Y así la vida del viejo es aún mas terrible porque ha dejado de tener distracciones profesionales y encima está cerca el punto final. Esa idiotez del viejo feliz en su decadencia es otra idiotez.
El caso de Botín y del otro vienen a confirmarlo. Mueren los dos a los 79 activos en su profesión y con miles de millones. Es decir, lo único que les distraía de la fatalidad era su trabajo.
Por cierto, Botín y supongo que el otro también poco testamento tuvieron que hacer, ya que para no pagar al estado muy pocas propiedades tenían ya en vida.

El segundo tema es el del fracaso de las religiones.
Me suele gustar tentar a amigos creyentes con la insinuación de que es de suponer que no temerán a la muerte creyendo en el cielo y la vida eterna.
Yo no he conocido a ningún creyente que no la tema como los demás.
Si he conocido a ateos lúcidos que no la temen tanto porque han racionalizado
lo que somos y saben que la muerte es solamente consecuencia de la vida que nunca pueden ir separadas.
Pero si se cree en la vida como un tránsito a la dicha eterna al lado de un dios, evidentemente es una contradicción tener miedo a la muerte. Todo lo contrario, debería ser alegremente esperada. Como es una contradicción que en este tránsito alegre a uno le de por acumular cuantas mas riquezas mejor. Digo yo que será mas "productivo" rezar.
En definitiva : ¿Será que en realidad no hay creyentes y no son mas que poses?.