Riego de la Vega - Leon

Jorge Fernández Díaz pasará a la historia como el peor Ministro del Interior de la democracia pero que nadie se olvide que fue nombrado por Mariano Rajoy, quien le mantiene en el cargo y sus actitudes reaccionarias cuentan con el beneplácito del gobierno del PP


Torpedear, obstruir, entorpecer o poner palos en las ruedas para que el proceso de paz no camine por una senda tranquila y pacífica hacia el fin definitivo del terrorismo de ETA es toda una torpeza o, lo que sería peor, una táctica ignominiosa para mantener vivo un enfrentamiento por motivos presuntamente electorales, que sirve al mismo tiempo para tapar los escándalos del gobierno y del partido que lo sustenta en forma de corrupción, destrucción del estado del bienestar, esclavitud laboral, pérdida de libertades y derechos cívicos… Aunque es de confiar que los ciudadanos no caigan en esta manipulación.

ETA ya es historia
A estas alturas ya todos sabemos quienes son los malos y los buenos, y quienes los asesinos y las víctimas, y no es necesario esforzarse permanentemente en recordarlo para sentirse ganadores de una batalla que ya tiene punto final. El terrorismo de ETA ya es historia, y nadie lo pone en duda, y ahora sólo queda esperar, con un mínimo de paciencia, a que se hagan efectivos, como actos simbólicos, la disolución de la banda y la entrega de las armas, que ya están oxidadas y la organización sin operatividad alguna.

El arrepentimiento, una falacia más
Algunos piensan que es necesario el arrepentimiento sincero de los terroristas, aunque no existe método humano alguno para verificarlo, por lo que es una falacia más. Si fuésemos capaces de inventarnos un sincerómetro o una máquina de la verdad, muy pocos pasarían la prueba del algodón, y en especial si la ponemos en práctica con nuestros actuales gobernantes, mentirosos hasta decir basta.

Todos debemos de respetar la política del gobierno de turno en materia de terrorismo, aunque la historia nos dice que el PP nunca lo ha hecho cuando gobernaban los socialistas; y aceptar que se mantengan las reglas de juego del Estado de Derecho, por entender que es ETA la que debe doblegarse a nuestras exigencias. Pero caminar marcha atrás y poner trabas para que se avance en el buen camino es reavivar un fuego que se estaba ya consumiendo.

Fernández Díaz, el peor Ministro del Interior de la historia
Ya nadie pone en duda que Jorge Fernández Díaz pasará a la historia como el peor Ministro del Interior de la democracia, porque su torpe lenguaje y su forma de actuar le delatan; pero que nadie se olvide que fue nombrado por Mariano Rajoy, quien le mantiene en el cargo, le consiente, y le respalda sus actuaciones. No olvidemos que sus actitudes reaccionarias cuentan con el beneplácito del gobierno del PP, en cuyo seno no se escuchan voces discrepantes, lo que nos permite pensar que él no es el artífice de lo que está sucediendo, sino su brazo ejecutor.

La discrepancia entre dos jueces, a la hora de prohibir o no una manifestación, no es censurable ni criticable, sino un hecho normal y aceptable que forma parte de un sistema judicial que funciona, aunque más de uno tratará de aprovechar el momento para poner en la picota al juez Ruz, que se ha convertido en un enemigo peligroso para la derecha, al haber descubierto que sus niveles de corrupción personal y colectiva son incluso superiores a los que muchos podían pensar. Pero no olvidemos que el intento de prohibir la manifestación de Bilbao parte del Ministerio Fiscal, correa de transmisión de las decisiones del gobierno.

Efecto contrario
Lo curioso es que con la prohibición han conseguido el efecto contrario al que perseguían. Neutralizan una manifestación convocada por los “abertzales” para pedir el acercamiento de los presos de ETA, pero no pueden impedir que, como respuesta, se convoque una más masiva, pacífica y silenciosa, a la que se unen los sindicatos y partidos nacionalistas, bajo el lema “Derechos humanos, solución, y fin“, exigiendo una política de Estado que avance en el buen camino, para evitar que se produzca un retroceso cuando el fin de ETA está al alcance de la mano.

Una buena amiga, cuya identidad mantengo en el anonimato, escribía hace unas horas en un foro: “Yo también creo que al PP (y quizás no solo al PP) le interesa la presencia de ETA, o sea, agarrarse a un clavo fijo, aunque sea ardiendo. Cuando los principios cognitivos y político-morales básicos se han tirado al contenedor o a las cunetas, por arcaicos, lo que resulta es un pensamiento flotante, las”emociones”, los “sentimientos”, las “sensibilidades” y solo la función impresiva-expresiva del lenguaje…”. Sabias e irónicas palabras, que encierran una vergonzante verdad y no deben caer en saco roto.

Por cierto, ¿qué opinan los socialistas sobre lo que está ocurriendo?; hacer el Don Tancredo en un tema tan delicado, que puede incluso poner en peligro su exitoso proceso de paz, no se entiende por parte de muchos de sus electores, que aspiran a un PSOE muy distinto que haga una verdadera oposición; y pueden pagarlo en las urnas con más virulencia si cabe.

(Una imagen del Museo Guggenheim, de Bilbao, encabeza estas reflexiones; en la confianza de que esa niebla artificial y aparente desaparezca cuanto antes, y la normalidad de la sociedad vasca sea una realidad).

Fernando de Silva es abogado