Riego de la Vega - Leon

Entre campanas, pendones, gaitas, petardos y silbidos, cerca de 5.000 personas recorrieron ayer las calles de León por la defensa de las juntas vecinales y contra la aprobación de la reforma local, actualmente en trámite parlamentario, que pretende acabar con una de las manifestaciones más puras de la democracia, los concejos abiertos.

Manifestantes de todos los puntos de la provincia leonesa, que acapara una tercera parte de las más de 3.700 entidades locales del país, unieron sus voces a la de los compañeros venidos del resto Castilla y León, Asturias, Galicia, Cantabria y País Vasco para escenificar la repulsa a una ley que, según el manifiesto leído por el periodista Pedro G. Trapiello, «pretende acabar con la personalidad jurídica de los concejos y arrebatarles sus bienes comunales que pasarán a manos de los ayuntamientos».

Con pancartas que rezaban frases como «Concejos, tradición en democracia», «Más juntas vecinales y menos Junta de Castilla y León». «Sí a los comunales, sí a la democracia directa» o «No al expolio de las parroquias rurales», los manifestantes partieron de la plaza de Guzmán hasta la plaza de la Inmaculada, donde entre aplausos y vítores se leyó el manifiesto. Entre la marea humana se pudieron ver representantes de los principales grupos políticos de la provincia y de la comunidad, como es el caso del coordinador regional de IU, José María González, acompañado por el coordinador en León, Santiago Ordóñez, el secretario provincial del PSOE, Tino Rodríguez, el secretario general de la UPL, Javier Chamorro, y numerosos alcaldes, pedáneos, diputados y procuradores de estos partidos. Los sindicatos UGT y CC.OO también apoyaron con su presencia la manifestación, a la que se sumaron también de manera muy activa las distintas organizaciones agrarias.

El portavoz del Frente en Defensa de las Juntas Vecinales, Elías Álvarez, apuntó que «no se puede permitir que se haga pagar el pato de la mala gestión de los ayuntamientos a la entidades locales», mientras que el secretario de la Federación Asturiana de Parroquias Rurales, que acercó a León a unas 600 personas para lo que fletaron una decena de autobuses, José Manuel García del Valle, reclamó «que nos dejen como estamos. No pedimos más». Por su parte, Pedro González, presidente de la Federación Cántabra de juntas vecinales y entidades locales menores, aseguró que con esta manifestación «intentaremos que nos hagan caso y que tengan en cuenta las enmiendas presentadas. Otra cosa supondría perder la tradición, la capacidad de gestión y nos parece una barbaridad que carece de sentido y de justificación económica».

Qué pocos ganaderos y agricultores y qué pocos de los que se aprovechan de la propiedad comunal acudieron a esta hacendera!¡Que pocos leoneses son conscientes de este intento de desamortización solo comparable con le de Mendizabal! Que al fin y al cabo cambió de propiedad la mano, antes de la iglesia a conseguidores y validos y ahora de la gestión de los vecinos a los desmanes de los políticos. Así va quedando León abandonada y la capital como un pueblo y la provincia como un solar. .Esperando que se lo resuelvan otros

El control de sus servicios pasarán a la Diputación o serán privatizados.

Después ya veréis que risa nos da cuando nos expolien todo el patrimonio.

Lo dicho, a esperar que lo resuelvan otros.