Puente Castro - Leon

Antonio Yuste | 12·11·2009 |EL PESO DE LA LUZ-OPINION PEATOM.INFO


La marca ‘Caja España’Por Antonio Yuste

Antonio Yuste
La fusión de Caja Duero y Caja España es una opción para conjurar la ausencia de negocio y debiera ser por lo tanto una reestructuración. ¿Lo es? La fusión en estos instantes no es nada y nada se sabe si existe o no un plan de viabilidad que incluya balances: a) legibles, b) creíbles y c) en un contexto que le confiera expectativas. Una cosa es fusionarse a la desesperada, haciendo apaños, impúdicamente, en un intento desesperado de sus protagonistas de proteger su presencia en el nuevo conglomerado o el modo de retribuir a los que, inevitablemente, se quedarán en dique seco y otra, bien distinta, hacerlo sabiendo qué, con qué y para qué. ¿Qué tipo de banca quiere ser la nueva entidad resultante? No se sabe y nadie lo sabe. La fusión a la que asistimos se hace a cuenta del tamaño y de la constitución de un mejor músculo financiero. Naturalmente, son palabras vacías de contenido. La fusión tiene que atravesar el desierto de una nueva valoración de sus activos y una nueva estrategia para posicionarse en el mercado. El negocio financiero típico, el que saben hacer, ha desaparecido. ¿Qué tipo de negocio financiero quieren poner en marcha y por qué razón los castellanos y leoneses tenemos que confiar en la nueva entidad resultante?

Y abundando en el disparate, la fusión de las dos cajas de la región se realizará, eso dicen, en torno a la marca ‘Caja España’ como mejor opción. Una marca que el Registro de la Propiedad Industrial, el 27 de septiembre de 1993, decidió no inscribir mediante resolución razonada. Resolución que fue confirmada, finalmente, después de una azarosa peripecia judicial, en Sentencia del Tribunal Supremo, Sala Contencioso Administrativo, Sección 3ª, de 25 de abril de 2002. Dicha marca no existe, y su pretensión de registro estaba afectada por la prohibición 5ª y 6ª del artículo 124 del Estatuto de la Propiedad Industrial. En síntesis, la palabra ‘España’, expresión de la Nación Española, sólo puede emplearse por las entidades oficialmente constituidas y ‘Caja España de Inversiones, Caja de Ahorros y Monte de Piedad‘, es una entidad privada. “Verde y con asas, alcarraza”, un tipo de botijo que hace un buen agua (muy fresca) y que es un producto alfarero al que se le baña con un barniz verdoso. ¿Cómo es posible que se esté diseñando una macrofusión financiera alrededor de una marca que no existe y que cualquiera puede solicitar que la sentencia sea obedecida? ¿Qué está pasando? ¿Tienen razones los impositores para asustarse?