Matanza de los Oteros - León

Creo que es una joya a través del tiempo, la antigua ermita, que ya muchos ni conocimos, y la tradición de la procesión sigue intacta a pesar de los años. Calificación: Sobresaliente, por lo que significa

De la antigua ermita lo único que falta es un amplio pórtico orientado al suroeste, que desapareció por los años ochenta del siglo pasado, cuando se reformó el templo. Una soberana tontería elimnar ese pórtico, pues en él se reunieron muchas veces los vecinos con los cofrades de la hermandad. El suelo del mismo era da canto fino rodado, can bella puerta en arco, y excelente puerta de madera, con un pequeñó portal interno de madera, y dos puertas altas centrales y dos pequeñas laterales e interiores, en el centro de la pared lateral, que hoy ocupan tres o cuatro absurdas ventanas en ángulo agudo rematadas. Producto todo ello y estos cambios posiblemente del el padre Elías Riol y el alcalde de turno, en aquellos años.El altar estaba junto al lado de la carretera, zona del presbiterio, hoy puerta de entrada; y el coro junto a la torre, lo que es una aberración es orientar el altar al noroeste, cuando simpre se han puesta al este, pues del Este viene la luz y el origen de la religión cristiana. En aquel pórtico se guarecían cuando llovía o hacía exceso en frío o calor, claro que en aquellos años iban seguramente más gente a misa que ahora. En los días de la fiesta de la patrona se colgaba un amplio lienzo blanco y celeste que colgaba desde el techo hasta el suelo por detrás del altar, arrancando en el techo de una corona y cayendo hacia los extremos de las paredes, junto al altar, tal modo que tocaba casi en el zócalo y llegaba hasta el suelo, era amplio a modo de gran capa y de color azul y amarillo tirando a dorado, en bandas verticales de dos metros de altura, y de distinto grosor, por todo el perímetro interno de las paredes. El pendón lleva los colores blanco y rojo del condado de Mayorga, llevado a la ermita ya antes quizá de que se suspendiera la festividad de san Pedro Mártír, por el año de 1958; templo que dependió de las "clarisas" de Mayorga o "clarisas de san Pedro Martir" y estas de las de Salamanca. Debió de cesar como templo parroquial el de la ermita cuando a finales del siglo XIX, se hizo cargo de Matanza don Inocencio Moratinos Linares, parroco que bautizo, casó y enterro a dos o tres generaciones de matanceños. Muere hacia el año de 1959. Era nacido en Mayorga de Campos. Otro día más. Elgatoconbotas.