El Nuevo Año, nos trae las subidas sempiternas y las prohibiciones que, cuan malabaristas, se sacan nuestros egregios mandamases.
Las subidas, tienen como, misión supuesta, ir cubriendo gastos Nada que objetar a este supuesto; pero, a renglón seguido, se nos cuenta que, dichas compañías, han repartido dividendos, gracias al superávit obtenido.
La prohibición, trae la cantinela de tener una vida más sana (¡pobre papá Gobierno que se preocupa por la salud de todos nosotros!)Pero se olvida de prohibir, a las tabaqueras, que añadan los aditivos y potenciadores del sabor, que nos hacen tan dependientes.
Espero que, un año de estos, tengamos un gobierno con los suficientes "redaños", como para poner orden en semejantes contradicciones.
¡Feliz 2011!