Torre de Isidorin..(en Castillos de León..el Castro)

La torre de La Vid

La Vid conserva una torre que llaman «el Castro», que denota mucha antigüedad. En su parte baja es de estilo ramirense con portada de arco asturiano, muy estrecho, prerrománico, escaleras de piedra en caracol y en el rellano se aprecia ya la construcción del siglo XV, ofreciendo un inconfundible arco carpanel.

Cuando nos la mostró años atrás su propietario don Isidro Moya, malogrado ya, estaba entusiasmado con su joya arquitectónica y exhibía orgulloso una carta de Fray Justo Pérez de Urbel donde le decía que en su torre había sido confinado el conde de Saldaña Diego Muñoz.

En una habitación de la torre guardaba el señor Moya una preciosa cuna de forja de hierro con cierto valor artístico, quizá del XVIII.

Poco después de la victoria de Simancas el monarca Don Ramiro II hizo grandes estragos entre los moros, que gobernados por un capitán llamado Aceifa, según nos dice el Padre Risco en La España Sagrada, quería fortalecerse contra Don Ramiro por las riberas del Tormes. El monarca se llevó consigo como reos al conde Fernán González y a Diego Muñoz, porque le eran desobedientes e infieles.

Al conde castellano lo encerró en el castillo de León, liberado luego por su esposa, quien le trocó los vestidos y se evadió disfrazado, estratagema que gustó mucho al rey leonés y alabó y rindió honores a la condesa.

Al conde de Saldaña lo encerró en el castillo de La Vid, ano 945.

Los asturianos que se hallaban ofendidos porque el rey anteponía el título de rey de León al de Asturias le invitaron a visitar Asturias, pero el monarca se acompañó de mucha gente de armas, por motivo de que los asturianos habían ayudado antes a Don Alfonso IV el Monje, su hermano, el rey desconfiaba de ellos, más pareciendo un ejercito de ocupación que visitante. Fue muy devoto de San Salvador de Oviedo y en Oviedo enfermó cuando ocurrió esta visita y vino a morir a León, año 950.

En el viaje a Asturias pernocto en Gordón, repartiéndose el acompañamiento por los poblados de la zona. Por este motivo nació una hermosa leyenda sobre las Tejedoras de Peredilla y el tesoro de Llombera, ya descrita en nuestra colección de Mitos y Leyendas publicada en el DIARIO DE LEÓN en 1994.

Ciñera y La Vid caían en la ruta de peregrinaje que venía de Vegacervera por Coladilla, donde su iglesia muestra una portada románica con conchas peregrinas, Valle, Villar del Puerto a caer a Ciñera y La Vid, y de aquí subía la cuesta por la peña de San Lorenzo a unirse con la ruta general que venía por Los Barrios, Beberino, Buiza, la Collada de Buiza a caer a Villasimpliz. Entonces no se pasaba la Gotera, porque ya dice Madoz que se abrió poco antes de que él escribiera su Diccionario en 1847, aquella dura peña de pedernal.

Los vecinos de La Vid y Ciñera que eran arrieros en su mayoría muchas veces tomaban la ruta por Villar a Vegacervera, para eludir el pago del pontazgo que les cobraba el conde Luna en el puente de los Torneros en Beberino.

El concejo de Zervera al que pertenecian La Vid, Ciñera y Villasimpliz tenía privilegio y Fuero concedido por Don Alfonso VI en el año 1103, dependiendo del monasterio de San Isidoro de León, con jurisdicción temporal y espiritual.

El abad nombraba seis jueces y dos de ellos tenían que ser de estos tres pueblos que hoy son de Gordón, y dirimían sus cuestiones en el Canto del Escobio de Vegacervera.

El Fuero de La Vid y Los Argüellos

Fue dado por Alfonso IX en León el 7 de febrero de 1210.

El datum real iguala a las gentes de La Vid con las de Los Argüellos, que no entre el merino y confirma la posesión de cotos, estableciendo caloñas para quien lo incumpla. Firman tenentes, obispos y cancilleres.

Datos recogidos en Castillos de León http://www.saber.es/web/biblioteca/libros/castillos-de-leon/html/t08.htm