las tres d DESEO, DEDICACION Y DISCIPLINA Hay tres faros que iluminan tu sendero y te llevan a un buen puerto: deseo, disciplina y dedicación. Con estas tres D tu vida es más radiante y positiva. Todos los seres valiosos han sido ricos en deseos que han concretado con disciplina y dedicación. Tres valores que impulsan a los campeones, los inventores y los seres excelentes en cualquier campo. Gandhi, Martin Luther King y Teresa de Calcuta también aplicaron esos valores y por eso dejaron una buena huella. Puedes estar seguro de que lograrás tus metas si de verdad deseas algo con ardentía, eres ordenado y perseveras. En ti está elegir lo mejor, aplicarlo y dar lo mejor de ti por tu felicidad y la de aquellos que te aman. Elige muy bien tus primeros pensamientos y deseos del día, ya que con ellos abres la puerta a la luz o a la oscuridad. Ante todo, decide amar en el ahora y no dejes que tu mente te lleve al ayer o al futuro. Mira todo con los lentes del amor y saluda un nuevo día con la magia de la gratitud y de la alabanza. Borra cualquier vestigio de tristeza, aleja el pesimismo y siente la alegría de estar vivo. Haz un rápido inventario de bendiciones, valora hasta lo más pequeño y respira amor. Afirma convencido lo que eres: soy amor, soy paz, soy luz, Imita a aquellos que, incluso sin poder levantarse, sonríen desde su cama y aman la vida. En lo que más necesitas las 3 D es en el control de tus emociones. Las personas felices y ubicadas son dueñas de sí mismas y han aprendido a manejar su estado anímico. Son personas que se han dedicado a lograr el autodominio y no se dejan llevar por impulsos primarios. Hazlo tú, ya que tu mejor inversión es ser ecuánime y equilibrado, controlar tu mente y con ella tu vida. Una herramienta poderosa es sacar tiempo para examinarte e ir a las raíces de lo que te altera. Lo que sigue es ganar paz interior y buscar que nada te afecte, porque lo aceptas y lo transmutas. Las emociones en sí mismas no son ni buenas ni malas, mientras las manejes con amor. Clasificamos como malos el odio y la envidia, pero de algún modo te enseñan algo si te lo preguntas. Eres sabio cuando controlas tus impulsos y así tienes poder sobre ti mismo y la realidad. Con firmes deseos, disciplina y dedicación le das un nuevo cauce a tu potencial y resuelves los acertijos de la vida. Tu vida es el fruto de lo que decides y siempre recoges lo que siembras con base en tus decisiones. |