Espina de Tremor - Leon

Esta semana pasada fueron los carnavales y recuerdo con cariño los vividos en el pueblo: el toro hecho con dos tablas, cinco varas de avellano uniéndolas, unos cuernos y una piel para forrar la tabla de adelante que tenía forma de cabeza de toro, y se cubría con una colcha de cama. La burra, casi no me acuerdo, pero creo que era con dos tablas y unas puntas a modo de dientes, que se tiraba de una cuerda y parecía que iba a morder. A los chavales les daba pánico que corriera detras de ellos. Y las caretas que eran cajas de zapatos pintadas de distinta forma, con los agujeros para los ojos y nariz y la boca a modo de sierra imitando una dentadura.
Se corría el carnaval pintándonos unos a otros con azulete, corcho quemado, sarro... y se iba por las calles disfrazados, pidiendo y cantando "Domingo de carnaval, de gitana me vestí, y en un gran salón de baile, a mi novio perseguí. Gitana, buena gitana, dime la verdad por Dios, dime la buena ventura, la suerte que tengo yo" (¿Como seguía?) Nos daban huevos, galletas, chorizo... y luego se hacía una merienda en la escuela o en casa de alguien ¡qué bien lo pasábamos!