Curillas - Leon

HOLA CURILLAS. Yo nací en Curillas, mi nombre es Jose. Ese nombre me lo pusieron el día que fui bautizado en la iglesia de Curillas.
La iglesia… Dice Miguel de Cervantes en el QUIJOTE… -amigo Sancho con la iglesia hemos topado-… Pues eso, con la iglesia hemos topado ya que la iglesia de Curillas no es una iglesia cualquiera de un pueblo cualquiera de una nación cualquiera. La iglesia de Curillas es el punto de encuentro, es el lugar más importante del pueblo y para el pueblo su iglesia es sagrada. Esa iglesia es el “santo santorum” de la cristiandad local. Es como el Olimpo de todos los Dioses conocidos y por conocer también. Es donde cada día festivo y fiestas de guardar van los feligreses a pedir perdón por lo mal que lo han hecho, perdón por lo bien que trabajan, perdón por no hacer más, perdón por no hacer menos, perdón por perdonar, pendón por todo lo bueno y lo malo, por comer, por no comer, perdón por no perdonar y por perdonar a nuestros deudores, sin exagerar, casi piden perdón por haber nacido... Allí se pide perdón por todo e indulgencias plenarias por todo aquello que se olvida y pasa al baúl de los recuerdos En Curillas era tan profunda la fe de mis mayores y tan creyentes mis vecinos que el no asistir a misa el domingo era motivo de preocupación por si sufría alguna enfermedad o algo aún peor; perdida espontánea de la fe.
Era en la puerta de la iglesia – si hacia frío o llovía debajo del cabildo- donde casi todos los domingos había un concejo en el que se trataba de arreglar algún desaguisado del pueblo, así como acordar hacer alguna “acendera” para arreglar todo aquello que tuviera arreglo y estuviera al alcance de la Junta Vecinal. La autoridad la ostentaba el Señor Presidente que ejercía de moderador dando la palabra al asistente que la solicitara y aquel vecino que quisiera exponer su punto de vista. El Señor Presidente de la junta vecinal, en términos políticos, era la mayor autoridad que había en el pueblo. Generalmente este cargo lo ocupaba el cabeza-pensante del pueblo y, casi siempre, lo que él decía iba a misa tuviera o no razón … A veces el Señor Presidente no ocultaba sus ideales políticos y hacia un discurso conservador con el que venia a convencer a todo aquel que no pensara como él … “ ha nacido un nuevo Dios”, -dijo- el Señor Presidente acabada la nefasta guerra civil. El viejo Dios había tenido a Curillas totalmente olvidado durante 1939 años y el “nuevo Dios” lo iba a olvidar 50 años más. La más cruel de las miserias se vivía en Curillas sin que a ninguna autoridad del Régimen se le ocurriera pasar por allí para atender las más mínimas necesidades; las calles en invierno estaban llenas de agua y de barro, el medico mas cercano estaba en Santiagomillas, el agua en verano había que esperar cola en la fuente para llenar el cántaro, para hacer la colada había que ir a las pozas del “paleiroª o a las de “llamas” si tenían agua, el ganado sin bebederos, la farmacia más cercana estaba en Astorga, la luz eléctrica brillaba por su ausencia, el teléfono no se sabia exactamente lo que era y para que servia, el transporte más rápido era el caballo y en su ausencia el burro, la carretera no llegaba a la categoría de camino de cabras… etc, etc, etc… Particularmente yo, jamás supe quien era el Alcalde de Curillas