Cistierna - León

Qué pena!!! Así está una buena parte de Sabero tambien. Qué ruina!!!Dicen algunos que el paisaje no da dinero, están equivocados, si todo estuviese decente, arreglado para no sentirnos avergonzados del abandono de nuestra tierra, esta zona sería de turismo una de las mejores. Todos preocupados de llevarse la pasta para S. Glorio, si lo consiguen no será más que otro pelotazo para las constructoras, y tenemos lo nuestro" manga por hombro"

www.youtube.com/watch?v=jVRxmPr2BM0[/

Con el chacacha del tren... me ha gustado mucho el enlace me trae muchos recuerdos, por mi calle pasaba una locomotora de estás con el carbón y mercancias para el economato, las escuelas y taia a los muertos y heridos de la mina al hospital . Gracias cogoyo,¡¡ cuanto hemos perdido!! y además no hemos conservado nada en absoluto de nuestros valores. Sigo pensando que esta zona despues de cerrar las minas debería haberse dedicado al turismo y no sabemos hacerlo, que pena!! Además mientras la gente piense que los pequeños detalles no son importantes no habra solución. Un saludo

LOS HÉROES DE VEGAMEDIANA

17/04/2009 ALBERTO RUEDA ESTRADA - LOGROÑO

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Los héroes de Vegamediana ALBERTO RUEDA Desolación y abandono. Barracones vacíos, como campos de concentración de posguerra. Techos hundidos. Fosos con aguas estancadas. Cristales rotos en las ventanas. Puertas que se abren y cierran con chirrido inquietante al ritmo del viento abrileño. Inútiles hornos que ya no secarán más carbón. Tres enormes chimeneas aún desafían al cielo, ya inofensivas, sin humos contaminantes. Han desaparecido de la negra montaña los antiguos "baldes" que transportaban y vertían los restos inservibles del carbón sobre la otra ladera, casi encina del río Esla. Era el teleférico cutre que se divisaba desde la carretera, a la salida de Cistierna. Era la imagen exterior de la actividad minera que se desarrollaba al otro lado del monte. El complejo minero de Vegamediana es hoy la viva imagen de la soledad. Sus abandonadas edificaciones son el símbolo de la depresión de la comarca de Cistierna que siempre vivió –y muy bien- de la mina, y que ahora se ha visto obligada a reciclar su actividad económica hacia otros productos más actuales como el turismo, la hostelería o industrias conserveras, entre otras. La visión de los tristes y huérfanos pabellones de Vegamediana evoca la vida de los años cuarenta, cincuenta y sesenta del pasado siglo, en plena actividad. Allí dejaron la salud cientos de obreros de boina y fiambrera. Respirando humos eternos ocho horas al día, soportaban temperaturas infernales dentro de los hornos, y humedades permanentes del río cercano. Mal vestidos y peor calzados, aguantaban los hielos y las nieves, con termómetros bajo muchos ceros, en crudos inviernos de seis meses, con orientación norte y una montaña a sus espaldas que les protegía de cualquier rayo de sol. Y sin rechistar, no fuera que a estos riesgos laborales se unieran los riesgos ciertos del cuartel de la guardia civil. Todo por un mísero sobre mensual, y una botella de sidra y media docena de naranjas por navidad. Habría que levantar un monumento a aquellos héroes, los héroes de Vegamediana. La comarca de Cistierna se lo debe. Y Hulleras de Sabero y Anexas, S.A., también. Tampoco sería mala idea rehabilitar una parte de las obsoletas instalaciones y convertirlas en otro museo minero, en memoria de unos hombres y una actividad creadora de mucha riqueza en toda la zona

¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravisimo!

Digo lo mismo que Pulgoso y... estupendo!!! Te expresas muy bien cogoyo, creo que sabes de lo que hablas. Recuerdo cuando llagaron a la calle familias de Vegamediana, yo solo lo conocía de lejos aún era pequeña, no podía creer que allí se hubiera podido vivir, por fin se habían dado cuenta los Superexplotadores de que aquél sitio no era digno para las personas, jojo, sino fué de fuera de donde llegó la orden de desalojar las "viviendas" de Vegamediana pues estos semidioses de la empresa casi me estraña que se hubieran dado cuenta.
Cuantas personas se movian tempranísimo, con agua, frío, nieve...,en sus rostros desprotegidos, en sus cuerpos mal vestidos y con la pena de que nada iba a cambiar...y aún así fueron felices en lo que pudieron, disfrutaron de su vida con nada que tenían y con lo que les permitían ; criaron grandes familias y reconocemos con inmensa gratitud hace mucho, su trabajo, esfuerzo, dedicación, amor, lo exclavos que fueron del sistema. ¡¡¡ Bravo!!! por los trabajadores de Hulleras, unos más y otros menos pero todos fueron victimas del sistema del momento. ¡¡¡chapo(chapeau) por ellos!!! Un saludo

Muchas gracias me has emocionado, soy hija de minero, has resumido en muy pocas palabras todo el sentir de un pueblo.

Algunos de los que nacimos allí, hace muchos años que nos quedamos sin pueblo y sin referentes para enseñárselo a nuestros hijos. Somos los apátridas del reino de León junto con los nacidos en la montaña de Riaño. ¡ Lástima !