Cistierna - Leon

La Crónica de León

MINERÍA
La Sama-Velilla complica el futuro del carbón leonés en favor del gas
Combustibles. La energía que transportará se generará con gas en las plantas del Principado, lo que sacrificará sus minas pero también las leonesas

David Rubio / León
Desde el año 2006, el gas ha superado al carbón en lo que se refiere al combustible principal en la dieta eléctrica de los españoles. Cada vez las centrales térmicas de ciclo combinado consumen más gas y menos carbón, hasta el punto de que el futuro de la minería se ha complicado extraordinariamente en las últimas semanas debido a la negativa de las eléctricas a quemar el fósil a los actuales precios que lo están comprando.
Con el objetivo de mantener su estatus de potencia energética que históricamente ha sido, el Principado de Asturias ha realizado una apuesta económica verdaderamente ambiciosa: la ampliación del puerto del Musel, donde se encuentra una regasificadora inaugurada esta misma semana y nuevas centrales térmicas que vienen a suponer una inversión de cerca de 5.000 millones de euros a lo largo de los próximos años: prácticamente la misma cantidad que la segunda fase del Plan E para toda España que pondrá en marcha el Gobierno para combatir la actual crisis económica.
Esa inversión millonaria supone la conversión energética de Asturias, donde la apuesta del gas acelerará el final de las extracciones de hulla y antracita, final que será amortiguado al existir un proyecto que canalice el desarrollo energético y económico del Principado a través del gas, y sobre todo, al menos por lo que se desprende de las palabras del presidente asturiano Vicente Álvarez Areces, un proyecto que consiga crear puestos de trabajo en los querecolocar a los previsibles parados que surjan por la desaparición de la minería.
Pero la muerte de la minería en la comunidad vecina llevará consigo, inevitablemente, la muerte de la minería leonesa, de modo que la provincia se convertiría en doblemente perjudicada por el trazado de la línea Sama-Velilla.Por un lado, la destrucción del paisaje que, a falta de un influyente desarrollo industrial, se ha convertido en el único patrimonio de los leoneses. Por otro lado, porque en la electricidad que pasará por las inmensas torretas que quieren colocar en la montaña leonesa está el fin de la extracción del carbón en todas las comarcas, algunas de ellas, precisamente, las que atravesará la línea, como es el caso de Gordón, donde la Hullera Vasco-Leonesa atraviesa por un momento delicado, como el resto de las empresas mineras, al negarse la térmica de La Robla a adquirir más carbón del que tiene actualmente almacenado.
En la apuesta de Areces por el Musel y por regasificadora que en él se ha instalado, donde se tratará el gas que llegue por barbo a Gijón, así como por el mantenimiento de las actuales cuatro térmicas (diez grupos en total, repartidos por Tineo, Carreño, Langreo y Ribera Arriba) y las otras que está previsto construir en los próximos años se entiende el énfasis con el que el presidente del Principado defiende la necesidad de construir tanto la línea Sama-Velilla como la Soto-Penagos (hacia Cantabria), pues en la evacuación de la electricidad estará el liderato de Asturias en el sector energético y, por extensión, ¿la continuidad de Areces?