MIS ULTIMAS VIVENCIAS CON MI MADRE MADRE, COMO HA PASADO EL TIEMPO Como una flor cortada poco a poco se marchita, destacando en el semblante de tu cara unos colores, que no acusabas antes. Tenue sonrisa me ofreces cuando te miro a la cara y alargas tu mano fría a refugiarse en la mía cual si la vida acabara. Te acaricio, te beso y acojo, te miro y pienso en silencio que madre como tu, laboriosa merece por el tesón y el empeño el don de una vejez dichosa. Día a día la memoria vas perdiendo y te acuerdas ya de pocas cosas aunque te repita yo las noticias; pero retienes , eso si, todavía cual es mi nombre, y la sonrisa. Al no poder ya caminar, con tristeza te veo en esa silla, y mis entrañas se me estremecen diluyendo tu imagen en mis ojos cuando las pupilas se humedecen. Pero a pesar de tanto y todo pido a Dios estés con nosotros a pesar del cansancio y tus arrugas y aunque no te des casi cuenta proclamo que te quiero con locura. Virginia, madre querida: gracias por tu enseñanza ejemplo de trabajo y humildad, en momentos dificiles pasados vividos con gran serenidad. Puente Duero 25 de Diciembre 2006 Máximo Mansilla Rodríguez (MIMO) |