DOMINGO TORTILLERO EL DOMINGO TORTILLERO Contadas esran las alegríasque el calendario nos reservaba a los "chiquitos" de mi generación; tiempos de posguerra, tiempos de escaseces. O no: nunca faltaron motivos, que a falta de otrso mejores, nosotros exprimíamos hasta "solecmnizarlos" y sacarles todo el jugo capaz. Así retozábamos resbalando por las bodegas, revolcándonos en la parva del Señorito, jugando a la malla, la tarusa, los cartones, el chorromoro picatorro, apañando (vulgarmente "coger") para los conejos, a la oleta de las chicas que eran muchas y muy buena, el picacho, el verano, el invierno... "Correr la tortilla" marcaba un hito ético ancestral, una costumbre inmemorial, que ni el cura, empeñado en aniquilarla, pudo eliminar. Y no es que a D. Francisco le quitara el sueño la costumbre, -al fin de cuentas estas cuchipandas fomentaban la amistad, la alegría, las ganas de proyectar...en nada contrarias a la práctica del cristianismo-pero sí la fecha de la celebración. ¿ Por qué tenía que ser el Domingo de Pasión, a las puertas de la Semana Santa, momento supuestamente trsite, de ayuno cuaresmal, de dolor en el seno de la Iglesia que lo era todo en aquellos momentos, porque todo lo dominaba?. Yo creo que se respondía a un atesoramiento o prevención. Llegaban momentos de penitencia y asueto y los cuerpos pedían atrincherarse, precaverse.Como hacen los islamistas al caer las tardes del Ramadam. De una forma u otra, en el campo, en pequeñas salas, en lugares íntimos, la costumbre de esta merienda se repete a lo ancho y largo de nuestra Comunidad: Segovia, Soria, Burgos... y no exceptúa edades, economías, sexos, castas, estados de vida. Todo el mundo "corre la tortilla. Así pues, sin proyectos previos, porque todo está preestablecido, fácil es ver, a partir de la comida del mediodía, a los pequeños con un par de huevos, patatas y una taza de aceite acercarse a la casa del amigo cuya madre se encargará por esta vez de prepararles la minuta. El plato indispensable, claro, es la TORTILLA de patata; pero se le añaden, el chorizo, gaseasa o agua, porque el vino ponía verde el ombligo de los chiquitos, y eso era malo, alguna fruta, leche frita, natillas o flan, etc. La algarabía crecía por minutos. Todo el mundo estaba dispuesto a colaborar. Digo yo, si el alma de la tradición no serían las mismas madres. Ellas antes que nosotros nos movieramos ya lo tenían tramado. Este año tu...que yo se lo preparoa las chicas. Y los "menudillos" hacíamos, pues eso, de marionetas. Las chicas por otra parte, y más cocinillas ellas, se preparaban sus combinados y el nido de la celebración que mantenían en secreto, porque los chicos-como la zorra- andabamos al acecho. Pienso que no más por aprovecharse de un pincho apetitoso que por la satisfacción que conlleva el roce entre la hierba del pajar. No era fácil, no, descifrar sus argucias; las de las féminas, digo. Los mayores, mozos, mozas, matriminios...se valen por sí solos a la par que en arminiosa compañía. Ellos ya tienen carta de autonimía y libertad responsable. Además como cada uno hace de su cuerpo lo que le viene en gana...Así es ahora, que antes no. Y serón en mano, más contentos que unas pascuas, nos íbamos al pajar, distantes de ojos que nos pudieran vigilar, responsables de no hacer lumbre, y jugábamos y saltábamos haciendo ganas de saborear los manjares inhabituales. ¿Se cantaba? a veces, pero las menos. Brillaba la camaradería y los modales...y digo: ¡qué fácil es comportarse en la abundancia!. Aunque abundante y todo, para casa no volvía nada. No puedo aseguralo, pero me imagino las calles en esa tarde de Domingo de Tortillero; desiertas como en una Nochebuena. Y de los rituales...¿qué me dices?...El simple detalle de confiar en nosotros, de dejarnos la llave del pajar a de la bodega, parece que nos conferían la mayoría de edad. Ya éramos aldo...y así nos enrolábamos en lo que la alta alcurnia lamman "vestirse de largo" o intiducirse en al vida social. El Domingo Tortillero, con mostrarse "simple"...encierra respuestas interesantes de nuestra evolución. Todo un tranpolín. Mimo con la colaboración de Felix.Saludos
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