Calzadilla de Los Hermanillos - Leon

Buenos día contertulios y fisgoncillos:
Hoy es viernes y hay que alegrar el espíritu un pelín. Disfrutar de las delicias de la vida y sobre todo procurar hacer feliz a las personas que os rodean. Aunque la situación no nos anime a ello.

Para los jóvenes que creen saberlo todo. Incluso engañar a su madre.
Cuidadín con las madres.

Juan, un joven de 20 años, se había independizado y se había ido a vivir a un apartamento. Un día le llamó a su madre para decirle que había encontrado una compañera, Ana, para compartir los gastos del apartamento, a lo que, como es lógico, la madre no puso ninguna objeción. Al menos no le dijo nada.
Un buen día, Juan decide invitarle a cenar a su madre para que vea que se está desenvolviendo perfectamente y que tiene una compañera de piso estupenda.
En el transcurso de la velada, la madre se fue fijando en el comportamiento de ambos, y como es lógico en una madre, se preguntó si estarían acostándose juntos.
Juan, como si estuviese leyendo el pensamiento de su madre la dijo: ¡ Mamá, se lo que estás pensando y te digo que sólo somos compañeros de piso. No hay nada mas!. La madre no dijo nada mas al respecto.
Pasada una semana, Ana le dijo a Juan: No es que yo quiera culpar a tu madre de nada, pero desde el día que estuvo cenando nos falta el cucharón de servir. Era lo suficientemente grande como para no tirarlo a la basura sin querer.
Juan le llama a su madre y la dice: Mamá, no es que yo te culpe de que te hayas llevado el cucharón de servir, ni digo que no lo hayas hecho. El caso es que desde que estuviste cenando nos falta y no ha habido nadie mas en casa.
La madre le contesta:
Hijo, no digo que te estés acostando con Ana ni digo que no. El caso es que si Ana se acostase en su cama ya habríais encontrado el cucharón. Un beso hijo.
Un saludo para todos desde una alcantarilla al sur del cabo Machichaco.