Anciles - Leon

REENCUENTRO ANCILES 2012
Seguro que a pesar de la crisis, de que la prima de riesgo está por encima de “Cueto Nebloso”; la bolsa, por debajo de la tierras de El Villar y los rescates de bancos, “taburetes “y “escaños” nos tienen más preocupados que cuando teníamos una buena tendalera de hierba segada y amenazaba o llegaba la nube, no por eso dejábamos de celebrar la fiesta de San Esteban y eso mismo es lo que vamos a hacer este año…
Además, los de ANCILES, vamos a ayudar a la recuperación, creando una sucursal bancaria de RECUERDOS.
Mi primera aportación: Año 1959. Verano, las ovejas duermen en La Collada de Salamón. Nisio es el pastor y se le sube la cena y la comida del día siguiente. A última hora de la tarde, dos chavales: Javier y Manolo, con 9 y 8 años salen de Anciles con el capazo y la tartera de peltre, con los fréjoles que tanto le gustaban. Subimos La Varga de la iglesia, cruzamos Redilloso, agarramos camino de Las Vallejas arriba, dejamos atrás La Pradera Redonda, El Poliar y ya llegando al Collao de Las Vallejas, comenzó a oscurecer. La conversación no la recuerdo pero hablaríamos poco, eso seguro. Casi sin resuello nos sentamos un momento a la orilla del camino, en El Colladín de Las Grandas, allí donde hay un poco de cascajo.
Nisio ya nos había visto, y al mismo tiempo que nos dio un “chiflido”, la tartera que no estaba bien asentada, se inclinó y se cayó la mitad de la cena sobre el cascajo, apurados y asustados recogimos algunos fréjoles con algo de cascajo y los echamos a la olla de nuevo; reanudar el camino fue penoso, llegar donde nos esperaba, un tormento y callados le dejamos la cena. Primero metió en su morrala la comida del día siguiente; trasvasó el vino de la botella a la bota y se echó un trago y agarrando la cuchara empezó a darle a los fréjoles; a la cuarta cucharada ya se tropezó algo duro y nosotros callados, pero siguió revolviendo y apareció alguna brizna de escoba y más piedras y entonces se le subieron los colores a la cara y a nosotros nos desapareció la sangre del cuerpo, reburdió algo, llamó al perro y le dio el resto. Nosotros cogimos el capazo vacio y la tartera y arrancamos corriendo otra vez para Anciles. La noche era clara y estrellada y sobre el fondo azulado se recortaba la silueta de Las Pintas, La Collada de Salamón y Llerenes; al pasar el Colladin de Las Grandas , se oscureció todo más y empezó a cantar la “caraviella” en Redihorno y como dos cohetes bajamos por los “praos” y los “ribones” de Las Vallejas hasta llegar a La Bolera; ni nos despedimos. Yo entré en casa y me preguntó mi madre: ¿qué tal? Y yo contesté: ¡Nada, bien! No volví a subir la cena a Nisio en la vida.
Este año como es costumbre nos reuniremos para celebrar a San Esteban como se merece y recordaremos y contaremos nuestros vivencias de Anciles.
El día 4 de Agosto en la ermita de Quintanilla y a las 12.30 asistiremos a la Misa y procesión de nuestro patrono. Tendremos la participación del coro de Riaño y luego algo de “parva”. Comida en el merendero y juegos para todos.
Por la noche y en la Plaza de Los Pueblos, GRAN VERBENA, amenizada por la Orquesta “Los Alegres”.
El día 5 a eso de las 12.30, nuestra ofrenda floral ante la columna de Anciles.
Por la tarde partida de bolos: selección de Anciles contra un “combinado” local.
Recuerdo que también se ha levantado la veda de la caza del REBECO……
¡QUE VIVA SAN ESTEBAN Y QUE VIVAN LOS DE ANCILES!
Un fuerte abrazo