Aleje - León

Como os he comentado, la prohibición del transporte de reses hizo que la comisión de fiestas se planteara como alternativa el concurso de captura de cerdos. Eran cerdos pequeños, que se embadurnaban de grasa consistente para que resbalaran lo más posible. Se soltaba los cerditos en el ruedo y, por turno, iban entrando los que querían intentarlo. El premio para quien lo consiguiera era el cerdito.

No recuerdo los gorrinos que había, pero supongo que serían unos 5. Los dos primeros divirtieron un poco porque tardaron en capturarlos pero los restantes fueron atrapados rápido y aquel concurso termió con sabor a poco. Desde luego, nada que ver con las vaquillas de los dos años anteriores.