Siete Puertas - Las Palmas

En el transcurso de los días, hay cosas sobre que nos gustaría reflexionar y que, con el devenir diario, se nos pierden.
Mi pequeña aportación de hoy:
Creo que todos, más o menos, nos tenemos que apretar el cinturón. Pero tenemos un grave problema y es el dejarnos seducir por rivalidades regionales, representadas por clubes balompédicos, que poco o nada quieren saber de nuestros problemas financieros; mientras puedan seguir chupando de un supuesto deporte, que no hace más que exprimir nuestras ancestrales pasiones, de manera inmisericorde y se mofan de nuestras actuales estrecheces.

En un bar de la localidad, tenían un reloj con la hora sin cambiar y es que está demasiado alto, como para llegar con la altura del cuerpo.
Hoy por fin lo han bajado y, a la vez que lo ponían a la orden del día, han aprovechado,para quitarle el polvo.
REFLEXIÓN: A pesar de lo que se nos diga, creo que el cambio de hora, no sirve más que para cambiar el polvo a los relojes, cada seis meses; pues el ahorro, si es que lo hay, es mínimo; puesto que con los ordenadores toda la jornada laboral encendidos y las luces de las fábricas, ídem de ídem, todo se queda en calderilla.
Eso sí, de los trastornos que causan los cambios, ningún legislador quiere saber nada. ¡Ya llegarán a mayores!

Ayer hizo un tiempo casi primaveral, e invitaba a desprenderse mucha de algo de ropa de abrigo; pero había un suave vientecillo que parecía no estorbar. Mas, esta mañana, he pagado las consecuencias de haber prescindido de algunas prendas, en forma de lumbago y algo de resfríado.
REFLEXIÓN: Ni en el buen tiempo, ni en el malo, ten siempre el abrigo a mano.

“Después de escalar una montaña muy alta, descubrimos que hay muchas otras montañas por escalar.”

Lo primero es lo primero y lo otro..................... ya se andará;
pues queda mucho por descubrir y muchas zapatillas, para gastar.