Autol - La Rioja

De la misma manera que hay películas que no hay que dejar de ver, lugares que no hay que dejar que visitar o personajes que nos hubiera gustado conocer. creo que hay libros que quizás nos hayan dejado una huella difícil de borrar.

Ayer se cumplieron 70 años desde la publicación de un libro por el que el tiempo no pasa ni pasará.

Si hoy lo vuelves a releer, sus enseñanzas siguen vigentes en éste tiempo que nos toca vivir.

Su dedicatoria es excepcional y aunque fué escrito para niños, seguramente su autor pensó en los niños que se hacen mayores y que nunca dejan de serlo. Creo que es una metáfora continuada sobre la vida.

El libro del que os hablo se titula EL PRINCIPITO , de Antoine de Saint-Exupéry.

Nunca invertiréis mejor vuestro tiempo que con él entre vuestras manos.

Un saludo.

Gracias por recordar este bonito libro.

Se podría decir mucho del "Principito" pero yo me voy a quedar con una frase que le dice el zorro en su despedida y que es nada más y nada menos que su secreto.

"No se ve bien sino con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos" para que seamos capaces de recordarla cada vez que nuestros ojos se quieran apoderar de nuestro corazón.

Hoy es el día del libro y aprovecharé primero para felicitar a nuestra bibliotecaria Mariví. Creo que hace un gran trabajo al frente de la biblioteca municipal.

Después, recomendaros si todavía no sabéis que libro leer, que sea alguno de D. Miguel Delibes. Por ejemplo, EL CAMINO.

Tuvo todos los premios habidos y por haber, pero le faltó el nobel.

Decirle a D. Miguel si nos lee, que otra vez será.

Un saludo.

Jose Luis Alvite es sin duda ninguna una de las mejores plumas que revolotean por el panorama columnista de los diarios españoles y lo hace desde LA RAZÓN.

En sus HISTORIAS DEL SAVOY, nos narra el ambiente del verdadero Savoy, su Savoy particular lleno de tipos duros, solitarios, derrotados.

Historias envueltas en humo y en ambientes de lo más intrigantes.

PD: Ahora que me he enterado de lo tuyo, amigo Alvite, te vuelvo a repetir que te cuides, que sin tí el Savoy no será lo que es y nosotros tampoco seremos lo mismo.

Catalogar a García Márquez en ésto de la literatura es difícil. Cuentan los entendidos que fué el creador de una corriente llamada "realismo mágico" pero yo le adjetivaría simplemente de genio. No cabe duda, Gabriel García Márquez lo fué y se nos marchó para siempre.

Descanse en paz.

Por cierto, tiene un título publicado que os sonará mucho y que os gustará muchísimo más.

CIEN AÑOS DE SOLEDAD.

Un saludo.

Cualquier libro de Ana Maria Matute merecerá ser leído y lo digo yo, después de reconocer con humildad que no he tenido tal privilegio.

Se nos fué la gran dama de la literatura que ganó deceneas y decenas de premios y siempre fué la eterna candidata al Nobel de literatura. Aires riojanos tomó en su infancia, aires serranos de Mansilla de la Sierra que la hicieron fuerte , despierta, entrañable y enamorada para siempre de las letras.

"La literatura me ha salvado cuando he caído en pozos oscuros"

Aquí os dejo parte de su discurso el día en que fué admitida en la Real Academia de las Letras.

Defensa de la fantasía

Por Ana María Matute

Discurso de ingreso en la Real Academia Española de la Lengua

Tengo que pronunciar un discurso y yo no sé pronunciar discursos. Apelo, pues, a vuestra benevolencia y os ruego que aceptéis estas palabras mías como la expresión de lo único que soy capaz de hacer y de la única razón por la que he llegado hasta aquí: yo soy una contadora de historias.Por ello, desearía aprovechar esta ocasión tan extraordinaria para hacer un elogio, y acaso también una defensa, de la fantasía y la imaginación en la literatura, que son para mí algo tan vital como el comer y el dormir, y que opongo a la aridez de la actitud que tan a menudo nos rodea, que se niega a ver la dimensión espiritual de lo material.


Es ésta una fascinación eminentemente literaria, pero no sólo. Porque los bosques siempre han sido importantísimos para mí. Su mera imagen siempre me ha sugerido toda suerte de historias y leyendas, de recuerdos que ignoraba poseer, pero que estaban ahí, confundidos entre los árboles o escondidos en la espesura de los zarzales.

Antes de saber leer, los libros eran para mí como bosques misteriosos. Me acuciaba una pregunta: ¿cómo es posible que de aquellas páginas de papel, de aquellas hormiguitas negras que la surcaban se levantara un mundo ante mis ojos, mis oídos y mi corazón de niña? ¿Qué clase de magia, de sortilegio era aquel que sobrepasaba cuanto yo vivía y cuanto vivía a mi alrededor? Criaturas, deseos, sueños, personas y personajes, y tiempos desconocidos bullían allí. De pronto, la palabra hablada se orientaba entre los árboles y los matorrales, descorría el velo y hacía que apareciesen ante mis ojos cuantas innumerables miradas, memorias y atropellos pueblan el mundo. «Cuando yo sea mayor –pensaba– haré esto». Ni siquiera sabía que «esto» era participar del mundo imaginario de la literatura.

Después, cuando ya había aprendido a descifrar esos signos misteriosos, la primera vez que leí la palabra «bosque» en un libro de cuentos, supe que siempre me movería dentro de ese ámbito. Toda la vida de un bosque –misterioso, atractivo, terrorífico, lejano y próximo, oscuro y transparente– encontraba su lugar sobre el papel, en el arte combinatorio de las palabras. Jamás había experimentado, ni volvería a experimentar en toda mi vida, una realidad más cercana, más viva y que me revelara la existencia de otras realidades tan vivas y tan cercanas como aquella que me reveló el bosque, el real y el credo por las palabras.

Porque el bosque era el lugar al que me gustaba escapar en mi niñez y durante mi adolescencia; aquél era mi lugar. Allí aprendí que la oscuridad brilla, más aún, resplandece; que los vuelos de los pájaros escriben en el aire antiquísimas palabras, de donde han brotado todos los libros del mundo; que existen rumores y sonidos totalmente desconocidos por los humanos, que existe el canto del bosque entero, donde residen infinidad de historias que jamás se han escrito y acaso nunca se escribirán.

Todas esas voces, esas palabras, sin oírse se conocen, en el balanceo de las altas ramas, en la profundidad de las raíces que buscan el corazón del mundo. Allí presentí y descubrí, minuto a minuto, la existencia de innumerables vidas invisibles, el rumor de sus secretos comunicándose de hoja en hoja, de tallo en tallo, de gota en gota de rocío, conducidos a través del bosque por los diminutos habitantes de la hierba.

Percibí claramente el curso de los ríos escondidos y el sueño de las tormentas apagadas, que duermen incrustadas en las cortezas de los viejos troncos, aún fosforescentes. El aire del bosque entero parece sacudido, vibra, se cruza de relámpagos fugaces. Los gritos de todos los pájaros heridos, el último lamento de los ciervos inmolados, la sombra de los niños perdidos en la selva, miles y miles de gritos, todos los gritos vagabundos y los que anidan en los huecos de los árboles, parecen uno solo, terrible y armónico a la vez.

Es la antiquísima voz que se eleva desde lo más profundo de la primera historia contada. Es la historia de todas las historias que siempre quise y quiero contar (.....)
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Hoy nos ha dejado Jose Luis Alvite y al hacerlo se ha ido ,quizás, el mejor contador de historias llenas de extraordinarias metáforas que ha dado la literatura en los últimos tiempos.

Incansable cliente nocturno del Savoy,mítico bar lleno de historias con dueño y vacio de gente sin historia.

Os voy a recomendar un par de libros de Alvite.

Almas del 9 largo y Historias del Savoy, serán buenas compañías para esos momentos en que el tedio os inunde y dónde parece que el tiempo no tiene valor.

Para hacer boca os dejo un relato de Alvite. Una carta que escribió a su amigo Carlos Herrera cuando le diagnosticaron la enfermnedad y que dice así:

Carta a Carlos Herrera

Querido Carlos Herrera: Por primera vez no puedo culpar de mi ausencia a la desidia, ni alegar que una monada ciega de Denver me salió al paso y sin motivo alguno se encaprichó conmigo. Tampoco me servirá de excusa la vieja historia de cuando era un niño muy delgado y el viento al azotar me levantaba del suelo y me cambiaba de acera, de raza y de familia. Esta vez es el cáncer, amigo Herrera, esa cosa que yo pensaba que en mi caso sólo podría ser una mancha que, puesto en lo peor, haría una metástasis como de tebeo en la tapicería del coche. Cáncer de colon y cáncer de pulmón. Dos golpes en un solo mazazo. Fue algo desproporcionado, como encontrar un centollo en el interior de una almeja, pero, ¡qué demonios!, tantos años entre el humo del Savoy me enseñaron que la penumbra te salva del disgusto de que con la luz descubras que en la cola del piano no estaba sentada la mujer con la que contabas, sino el tipo impasible que viene a precintar las manos del pianista. Es una de esas veces en mi vida que la peor noticia no me la da Hacienda. ¡Qué quieres que te diga!, el caso es que lo he encajado sin pestañear, no porque sea un valiente, sino, sencillamente, porque siempre supe que el mío en la vida sería un viaje en el que inesperadamente al tren se le acabarían por detrás el humo, y por delante, las vías. No sé, Carlos, amigo mío, …estas cosas ocurren y seguro que tienen algún sentido. Dice mi oncólogo que «la situación es muy comprometida» y eso significa que mi buena suerte puede haber cambiado a peor y que la vida ya no me dará la siguiente patada en el culo apócrifo de otro hombre. No importa. Ojalá pueda volver a tu lado. Y si no vuelvo, por favor, piensa que fue sólo porque me empeñé en el estúpido sueño de llegar por ferrocarril a una ciudad sin tren.

Jose Luis Alvite

La tesis secreta de Francisco Camps recomendada.


Tiene 697 páginas. Se titula Propuestas para la reforma del sistema electoral. Y es un documento secreto. Ningún investigador, estudiante o profesor puede consultar la tesis doctoral que el expresidente de la Generalitat Valenciana Francisco Camps defendió en 2012 en la Universidad Miguel Hernández de Elche (Alicante). El trabajo de Derecho Constitucional recibió un sobresaliente cum laude.

Ni la tesis de Camps, ni la tesis de César Luena y muchísimo menos la de Monedero merecen estar en éste epígrafe. Te agradeceríamos todos que nos recomedaras un libro digno de leer y que dejaras limpio de política un epígrafe indicado para la cultura y la buena escritura.

Un saludo.

amen

"Amanecía,y el nuevo sol pintaba de oro las ondas de un mar tranquilo".

Así es como empieza un libro que leí hace muchos años. Se trata de JUAN SALVADOR GAVIOTA y os recomiendo su lectura. Hay que leerlo despacio.

Sobre este texto se realizó una película con un buenísimo tema musical. La música es de NEIL DIAMOND y para muestra os recomiendo escuchar BE.

Yo os voy a recomendar el libro de Patria de Fernando Aramburu por una razón muy sencilla y es que no hay que dejar de leerlo. Es una novela extraordinaria, dura y con una mirada limpia hacia el conflicto vasco.

Es una novela desgarradora y muy emotiva que no deja indiferente a nadie. Yo diría que es una lectura necesaria para comprender muy de cerca el problema político vasco.

Se trata de un libro que te permite vivir la triste experiencia de dos familias vascas sacudidas por ETA.

Fernando Aramburu nos muestra las dos caras de la moneda ejemplarizadas en un par de familias del entorno rural guipuzcoano, una de ellas con un miembro dentro de la organización terrorista y la otra con una víctima de la banda.

Llega un momento, en el que te sumerges tanto en la trama, que todos los personajes tienen cabida en tu corazón.

Es fácil meterse en la piel de cada uno para entender a euskaldunes, abertzales o simplemente a personas que se atrevieron a matar por una mala interpretación de Euskal Herria.

El pueblo vasco debió entender siempre que nadie quiso ni pretendió oprimir nunca su identidad e idiosincrasia una vez superada la dictadura.

Vemos como los intereses políticos prostituyen al ser humano y como la intolerancia se vuelve recíproca si no se intenta entender al contrario por ocultarse bajo una escafandra particular.

Da igual desde donde se mire si no se quiere entender al de enfrente. Esta novela refleja lo necesaria que debe ser la pluralidad hasta en Euskadi para que el amor, la cordura y el sentido común prevalezcan sobre el rencor y el odio.

Hace unos días que terminé el libro y aún ando con él en la cabeza.

He sufrido, he llorado, he sentido y he comprendido mejor cosas que desconocía hasta ahora y también he de decir que me he reído en alguna que otra ocasión.

Los personajes y la historia me han acompañado durante estos días y ha sido como si se convirtieran en parte de mi familia o yo de la suya.

Cuando no estaba leyendo, estaba pensando en la historia y en las ganas que tenía de retomarla.

Es una de esas novelas que de cuando en cuando tienes la suerte de disfrutar casi por casualidad, de las que dejan huella, que se te meten dentro y se te agarran fuerte y no te sueltan y que sin duda recomendaré a todo aquel que pueda,como ya he hecho estos días mientras la leía.

Me gusta mucho leer y leo mucho y muy variado y creo que puedo decir que este va a ser uno de los mejores libros que voy a leer en mi vida.

Así que no me queda más que dar las gracias a su autor por escribir esta pequeña gran joya.

Libros así son los que hacen que merezca la pena esta locura de afición que nos roba tiempo, dinero y hasta horas de sueño.

Y la duda que me surge ahora, como siempre que termino un buen libro es ¿que leo yo después de esto?

Un saludo. Si me hacéis caso seguro que no os arrepentís.

Lo que son las cosas. El sábado por la tarde lo tuve entre mis manos y no me atreví a comprarlo. Fué en Eroski de Calahorra, y no lo adquirí porque es parecido al Guerra y Paz de Tolstoi por el número de páginas.

He leído buenas críticas sobre él pero ahora me falta el tiempo.

Leí algo sobre un personaje que se llamaba Txato y un viaje a Inglaterra.

En fín, que tendré que hacerte caso y sacar tiempo de dónde sea.