Barallobre (Santiago) - La Coruña

El 3 de octubre de 1936 el cura de Val Xestoso era fusilado en Barallobre por los falangistas. El sumario abierto recoge una historia y los vecinos, otra muy distinta.
NURIA RODRÍGUEZ.MONFERO Con la beatificación de medio millar de curas asesinados durante la Guerra Civil a manos de los republicanos todavía reciente y la Ley de la Memoria Histórica

en el Senado, comienzan a escucharse las voces de quienes tratan de rescatar del olvido el fusilamiento de los otros religiosos, los que murieron a manos de los falangistas.

Una de estas personas es el investigador Henrique Sanfiz, que ha buceado en la historia del que en el momento del golpe militar era el párroco de Val Xestoso (Monfero), Andrés Ares. Según pudo saber Sanfiz, al iniciarse la sublevación militar, en julio de 1936, se suspendieron la fiestas de los Remedios, que se celebraban siempre el primer domingo de septiembre. El dinero reunido para los festejos lo guardaba el cura y al negarse éste a entregarlo a las fuerzas sublevadas contra la República, lo detuvieron y acusaron de colaborar con el Socorro Rojo.

De Monfero lo trasladaron a Pontedeume, donde se encontraba la hermana de Francisco Franco, Pilar Franco, y de ahí hasta Barallobre. Sanfiz explica que, según pudo saber por los vecinos, el cura de Barallobre, Antonio Casas, era sospechoso de colaborar con los republicanos y el objetivo de llevar a Andrés Ares hasta él para que se confesase no era otro que el de amedrentarlo. Ares se confesó y entregó al cura de Barallobre 200 pesetas y un reloj. Al bajar de la casa rectoral, lo fusilan frente al cementerio. Era el 3 de octubre de 1936.

El juzgado de Pontedeume abrió un sumario sobre el caso un mes más tarde de la muerte de Andrés Ares. En las diligencias se recoge: "En ocasión en que por la fuerza pública se conducía a don Andrés Ares Díaz [...] para la práctica de una diligencia, pretendió fugarse el Andrés, en cuyo momento disparó contra él la fuerza, causándole la muerte". Esta versión dista mucho de la que cuentan los vecinos y recoge Sanfiz.

Sanfiz llegó hasta la historia de este cura fusilado por los falangistas a través de Xosé Manuel Suárez y su libro Guerra Civil e represión en Ferrol e comarca. Fue Suárez quien encontró, buscando en los registros, el caso de Ares. La historia se la contaron los hermanos del entonces cura de Barallobre. Según éstos, el cura de Val Xestoso llegó a esta pequeña localidad custodiado por un pelotón mixto de falangistas y guardias civiles. Tras su confesión, lo fusilaron al grito de ¡Lo manda Suances!, según vecinos. El entonces delegado de Orden público en Ferrol era Victoriano Suances.

Henrique Sanfiz, director de Radio Fene, visitó Val Xestoso para tratar de averiguar algo más sobre la historia de Andrés Ares. Según explica, en el pueblo encontró versiones diferentes. "Es algo muy normal en estos casos. Hay quien contaba que el cura estuvo a punto de salvarse por una disposición de la autoridad que llegó cinco minutos después de su muerte, como cuentan del mariscal Pardo de Cela. Son rumores, tradiciones, no sé muy bien como calificarlo, que rodean a muchas muertes", indica.

La existencia de una lista en la que aparecían los nombres de 40 vecinos que supuestamente eran o apoyaban a los rojos es otra de las historias que cuentan en Val Xestoso. Esa relación sería redactada por el cura, por lo que el motivo de su fusilamiento sería el evitar que matasen a todas estas personas. Según Sanfiz, esta historia "se cuenta en cientos de asesinatos" y respondería a la "presión y necesidad de justificar la eliminación física de una persona discrepante con el régimen".

"Este caso ejemplifica la sinrazón de este tipo de fusilamientos, asesinatos y paseos. Al cura no lo podían acusar de asesino, de quemar iglesias... Lo mataron sin juicio, sin posibilidad de defenderse. Es algo que ejemplifica muy bien el tipo de represión que se cometió en eses años", explica el director de Radio Fene.

Sanfiz también señala que, según el biógrafo de Franco, Paul Preston, en la época en la que fue asesinado Andrés Ares también fueron paseados varios sacerdotes en el País Vasco, por lo que el cardenal Gomá hizo llegar al dictador su descontento y Franco ordenó suspender los paseos y fusilamientos de sacerdotes.

"Quería asegurarse el respaldo de la Iglesia Católica a su bando. Tras octubre de 1936, tan sólo se conoce la muerte de un cura de Palma de Mallorca, que por lo menos tuvo un consejo de guerra. Fue acusado de ayudar a escapar a republicanos y lo mataron. Este caso ya no es igual y es aislado", concluye Sanfiz.

Diario La Opinión A Coruña

E moi triste que pra osw xerrarcas da Igrexa que preside Rouco,Cañizares e Gracia Gasco solo existan os mártires matados polos roxos.Os que mataron os falanxistas e as tropas fraquistas,moitos de eles cregos e relixiosos.esos non contan pra a Igrexa.E unha inxusticia que se comete con unhas persoas que tamen eran creentes.Hoxe a Igrxa española está ambarcada na aventura política de ser a oposición dos que gobernan e tanta prisa por levar a os altares a os que mataron os roxos e unha estratexia tendente a levar o mensaxe de que a esquera mataba curas e monxas e quueimaba conventos e igrexas.Eles si queren que a sua memoria histórica se recupere.E negan a recuperación da MEMORIA HISTORICA dos que foron asesinados po los falanxistas e as tropas ou forzas franquistas.