Quesada - Jaen

Tiene gracia: la fecha en la que se celebra el Día Mundial de la Televisión (21 de noviembre) ha nacido en España un nuevo modo de ver el fútbol, que no es por televisión, sino por la pequeña pantalla (pequeña, esta vez es verdad) del teléfono móvil. La cosa se llama “Movilgol” y mandan el vídeo de los goles a los teléfonos móviles unos minutos después de que se marquen. (Información en www.movilgol.es). Lo cierto es que funciona de maravilla.

La vida ya es distinta. Si algo nos diferencia de la España de la Transición, por poner un ejemplo, es la tecnología y cómo influye en nuestra vida. En los reportajes que últimamente proliferan sobre los momentos más importantes de nuestra Democracia hace gracia ver qué unidades móviles llevaban los periodistas, la falta de teléfonos móviles… En aquel momento ¡no había ni fax! El Rey tuvo que comunicarse con los capitanes generales casi “a pedalillo”.


La posibilidad de trabajar hoy por Internet, de comunicarse por e-mail o por SMS, de tener la vida —la agenda, los secretos, las tareas, las fotos— en el teléfono móvil, nos ha cambiado el modo de ver las cosas. Y también el ocio: se pueden comprar entradas desde el teclado del móvil, se puede jugar, grabar video… Y, ahora, ver el fútbol.

Imagino que no pasarán muchas fechas hasta que en las bodas, en las comuniones, en las reuniones, se busque a aquel que tiene el teléfono móvil capacitado para recibir el vídeo de los goles. Antes, se preguntaba al camarero. Hasta ayer, se miraba el resultado por escrito en un SMS; a partir de ahora, se ve el vídeo.

Quizá llegue alguien y lo fastidie, que nunca se sabe hasta dónde puede el poder político entorpecer estas cosas.

momo pajilllero....