Navas de Tolosa - Jaen

16 de julio del año 1212 de la Encarnación de Nuestro Señor

Clases Medias. 16 de julio de 2010. Día del Carmen y de la gloriosa batalla de las Navas de Tolosa.

De la novela histórica Héroes. Por Enrique de Diego. Ediciones Martínez Roca

“Era aún noche cerrada, apenas si habían conciliado el sueño, en vigilia de oración los freires, cuando a la luz titubeante de las antorchas, el campamento se desperezó con imperiosos sones de clarines y viriles voces de mando y apremio: “¡Arriba! ¡Vamos!¡A formar!”
Allí van todos. Escuderos, arqueros, peones, caballeros, freires, caballeros villanos, portaestandartes, los señores y sus familiares. Los reyes de Aragón y de Navarra. Y el rey de Castilla Alfonso VIII. Sabed que fueron libremente a la batalla.

“-Españoles, hemos marchado juntos, hemos sufrido juntos. Estáis aquí los de lealtad probada. Cuando vuestros hijos y los hijos de vuestros hijos os pregunten por qué luchasteis, les contaréis que vinisteis a defenderles a ellos y a los hijos de muchos que ni siquiera conoceréis en vuestra vida. Les diréis que luchasteis por vuestra fe y la suya pues los enemigos de la cruz del Señor no sólo aspiran a la destrucción de las Españas, sino también amenazan con ejercer su crueldad en otras tierras de los fieles de Cristo y oprimir el nombre de cristiano. Cuando vuestros hijos y los hijos de vuestros hijos, mirándoos con admiración y agradecidos, os pregunten quién os guiaba en la batalla diréis que no era hombre alguno sino le mismo Dios de los ejércitos y por ellos acudisteis jubilosos y sin temor al combate, pues si derramamos nuestra sangre podremos contarnos entre el coro de los mártires. Cuando vuestros hijos y los hijos de vuestros hijos os pregunten por qué abandonándolo todo, recorristeis tierras inhóspitas para luchar les diréis que os negasteis como vuestros antepasados , a que el invasor sarraceno os impusiera sus costumbres y las creencias de la maldita secta Mahoma. Cuando quieran saber lo que sentía esta entrañable unidad guerrera al comienzo de este día de júbilo y de gloria, la palabra que vendrá incontenible a vuestra boca será la que ahora acelera nuestros corazones: ¡libertad!”

Aquel día, se libró la batalla decisiva contra el invasión del islam. Aquel día una España que ya existía como tal, fue toda una, para regalarnos la larguísima paz de una civilización donde si hay cabida para las oportunidades, las libertades individuales y el progreso. Sin estos héroes no habríamos conocido ni la imprenta ( El Corán se imprime fuera de sus países de práctica, como en España. Sí aquí se ha impreso el Corán en este siglo y en el XX), no podríamos estar unidos en la creencia de que el burka es la muerte en vida de las mujeres. No tendríamos medio de contarnos como vamos a salir adelante, y cuantas armas tenemos ya para luchar contra la opresión de la mentira de este sistema que la Casta Parasitaria ha putrefactado. Somos un pueblo libre y se lo debemos a estos hombres y mujeres del 16 de julio de 1212.
Gracias a Enrique de Diego por escribir esta novela.

Carmen Klecker de Elizalde, descendiente de los nobles del valle del Baztan (Navarra-España)

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