Martos - Jaen

Hace ya 10 años asistí a unas jornadas sobre financiación de los Entes Locales. En ellas se trataba de cómo financiar las obras y servicios que se desarrollaban por los Entes Locales.

Hay algo que aún recuerdo porque en su momento me pareció una falacia. Un conferenciante, que resultaba ser un empleado de banca, trató de convencer a los asistentes, entre ellos algún concejal que otro, de que los Municipios no podían cargar sobre los contribuyentes presentes el pago de las obras cuyo beneficio sobre la población se recogería durante varias decenas de años. Por ejemplo, Si un Ayuntamiento decide hacer una piscina municipal olímpica no sería justo que su gasto lo tuviera que financiar los contribuyentes presentes de la legislatura de 4 años. El razonamiento es que más allá de los cuatro años la piscina seguiría dando servicio a la población. Por eso, sería justo que la piscina se pagara por los contribuyentes, presentes y futuros, mediante un crédito bancario a pagar, por ejemplo, en 30 años, que es el periodo de tiempo en el que se supone que se va a amortizar la piscina.

¡Es de justicia!, diríamos todos. Así, de esta forma, una ayuntamiento puede realizar obras y dar servicios tantos como sea su valor de capacidad de deuda. Y su capacidad de deuda está directamente relacionada con su capacidad de recaudación tributaria o la generación de ingresos patrimoniales propios.

El problema surge cuando un ayuntamiento pierde esta capacidad de recaudar tributos o de generar ingresos patrimoniales y tiene que seguir pagando estos créditos con sus respectivos intereses.

Con este razonamiento, ahora que han descendido drásticamente los ingresos, hemos visto cómo algunos municipios de España se han embarcado en un laberinto de deuda del que difícilmente puede ya salir, necesitando alguno de ellos más de 7.500 años para poder pagarla.
Y esta deuda hay que pagarla de alguna forma. La pregunta es si este pueblo de Guadalajara podía permitirse esta piscina.

Al igual que las administraciones públicas, todos, consciente y inconscientemente, hemos tomados decisiones que han alimentado este sistema monetario basado en la deuda, donde los propios Estados son esclavos de un sistema bancario que crea dinero de la nada.

Con este sistema monetario que tenemos, los euros ahora ya son escasos y es más difícil pagar una deuda por que no existe dinero suficiente para pagarla. Ahora, en el juego de las sillas, hay muchos más culos que sillas y muchos ya no tienen dónde sentarse cuando la música para.

Por otra parte, ahora que estamos en el euro ya no podemos devaluar la moneda, como se hizo con la peseta. Ahora hay que devaluar los salarios, los servicios y los productos de la industria, como es el aceite de oliva, para poder generar dinero con el que hacer frente a la deuda.

Os animo a que veáis unos vídeos de youtube con estos títulos:

"el dinero es deuda"
"el dinero es deuda II: promesas incumplidas"
"Los amos del dinero I"
"Los amos del dinero II"

Todos están recogidos en la web https://ww.pruebadocumental.com