La Carolina - Jaen

En los últimos años han sido varios los casos de plagio que han salpicado la vida pública en Europa, pero en esas situaciones, la dimisión fue la respuesta predominante

No es la primera vez que el plagio no juega a alguien buenas pasadas. El escándalo de los plagios de UGT es singular en la vida política española, al menos el caso más grave conocido en España hasta el momento. En otros países vecinos estos escándalos han llegado a ser habituales, pero la diferencia con España radica en que quienes cometieron la felonía se vieron obligados a dimitir.
En España, el caso más conocido hasta el momento fue la acusación que pesó sobre el presidente del COE, Alejandro Blanco, por un supuesto plagio en su tésis doctoral. Otro caso reciente fue el de María Isabel Grimaldos, profesora de la Universidad de Sevilla que vio como su propio tutor de tésis le plagiaba la tésis en dos ocasiones. La Justicia condenó al catedrático, Francisco Alonso, a pagar 50.000 euros y hacer frente a las costas del proceso.
En Europa han sido varios los casos de plagio que han salpicado la vida pública. En la mayoría de los casos se trató de aspectos relacionados con su vida privada, pero en muchos casos trajeron apareja la dimisión de sus cargos públicos.
Alemania ha acumulado varios de estos casos en los últimos tiempos. Varios de ellos han afectado a miembros del ejecutivo federal. La ministra de educación del Gobierno de Merkel, Annete Schavan, renunció a su cargo una vez fue desposeída del título de doctor en derecho por la Universidad de Bayreuth. Desde la facultad correspondiente se certificó un plagio continuado y «premeditado». Presentó su dimisión en febrero de 2013.
El caso de Schavan tenía un precedente cercano también en un gabinete dirigido por Angel Merkel. En el año 2011, Karl Theodor zu Guttenberg, dimitió como ministro de Defensa también por plagiar su tésis doctoral. En esta ocasión entró en liza una de las múltiples plataformas online que sirven para comparar textos en busca de plagios. En este caso el germen de la denuncia surgió primero en la red, para luego despertar el recelo de miembros de la Universidad, que comenzaron a denunciar el caso.
Este tipo de programas son utilizados en los centros escolares y en las universidades para detectar los plagios que puedan realizar los alumnos. Estas herramientas comparan el contenido con una determinada cantidad de información en internet, varía en función de cada web. Estos buscadores cazaplagios están al alcance de cualquier usuario, siendo muchos de ellos gratuitos.
El primer ministro rumano, Victor Ponta, también sufrió las acusaciones de plagio después de que varios medios publicasen que había calcado párrafos enteros de otras publicaciones en su tésis. La diferencia entre la cita y el plagio ha jugado más de un disgusto. En esta ocasión volvieron a ser las herramientas web las que sirvieron para alentar a internautas anónimos, que lo pusieron en conocimiento de los medios de comunicación. Aunque no presentó su dimisión, el primer ministro reconoció que podía haber cometido un error en las citas bibliográficas.
El patrón se repitió en el caso de Pal Schmitt, presidente de Hungria, que renunció al cargo tras las publicaciones de la revista HVG. La Universidad de Medicina que otrora entregase el título decidió retirárselo, después de corroborar que una parte importante del contenido consistía en la traducción literal de otras fuentes.