La Carolina - Jaen

Una decena de imputados se enriquecieron con 75 millones
Una responsable de Vitalia, enfermera de profesión, acumuló un patrimonio de 60 millones de euros
Los ERE fueron un buen negocio para una decena de imputados que en la década del 2000 al 2010 acumularon pisos y lograron beneficios por un monto total de 75 millones. Según el sumario, desde el exdirector general de Trabajo, Francisco Javier Guerrero, al conseguidor Juan Lanzas, pasando por mediadores de las aseguradoras y abogados se enriquecieron de forma llamativa. Incluso, compraron acciones en bolsa, fondos de inversión o coches de lujo.
Aunque no están todos los imputados, ya que la Guardia Civil solo ha realizado estudio patrimonial de algunos de ellos, si se mira el catálogo patrimonial, uno de los casos más destacados es el propio Juan Lanzas. El sindicalista, al que ayer la Audiencia de Sevilla impuso fianza de 450.000 euros para salir de prisión, tuvo ingresos por valor de casi tres millones de euros; 2.972.943 euros, para ser exactos. Pero además la Benemérita asegura que si en el año 2000 no tenía ningún inmueble y que sólo poseía fincas rústicas, luego se hizo con 11 propiedades, seis de ellas urbanas, cinco rústicas y hasta un apartamento en Torremolinos para sus padres (que presumían de su que hijo tenía dinero para asar una vaca).
Tampoco salió mal parado Antonio Albarracín, que dejó la prisión hace solo unos días acusado de seis delitos. El director general de Vitalia y su mujer, María José Marcos, obtuvieron ingresos por valor de cinco millones. De hecho, su esposa no realizó ningún trabajo en el entramado pero fue dada de alta en el régimen de autónomos y llegó a cobrar más de 600.000 euros. Ambos pasaron de cuatro inmuebles en 2001 a 16 en 2011. Unas propiedades tasadas, según valor catastral, en casi 1,5 millones. Y llevaban «un elevado tren de vida» con gastos en joyería, muebles, viajes y decoración.
En cuanto al exdirector de Trabajo, Francisco Javier Guerrero, además de viajar gratis a Egipto y China, tuvo ingresos en sus cuentas de casi un millón de euros. Junto con su mujer, e incluso su hija menor (que aparece en la investigación como si hubiera recibido ingresos de más de 23.000 euros en entregas inferiores a 3.000) lograron incrementar su patrimonio. En 1999 solo tenían dos inmuebles; tras pasar por la Dirección General de Trabajo, se hizo con otros cuatro. Y se compró una moto Suzuki.
Más destacable es el negocio que hizo José González Mata (dueño de Uniter y que aún no ha declarado). Ingresó más de 1.200.000 euros (junto con su esposa). Y adquirio 29 propiedades, a nombre de una de sus sociedades. Se compró un Volvo y un Golf.
María Vaqué, otra de las directivas de Vitalia enviada a prisión también salió bien parada, ya que los agentes le calculan un patrimonio en bienes personales de 60 millones de euros. Pese a ello, esta imputada, enfermera de profesión, cobra 1.500 euros como jubilada. Su marido, que igualmente es acusado, aparece igualmente como beneficiario de importantes ingresos. En cuanto a Jesús Bordallo, otro directivo de Vitalia, obtuvo ingresos por más de 1.700.00 euros y se compró cuatro inmuebles. El abogado Carlos Leal, se hizo, según el atestado, con más de un millón y cuatro inmuebles. Aún no ha sido interrogado por la juez.