Albalate de Cinca - Huesca

Pasamos tantas veces por nuestros caminos y nunca pensamos la historia que nos rodea. Un pequeño homenaje a las FLONCARAS Y MONBRUN.


SEÑORÍOS DE ALBALATE Y FONCLARA

Esta breve recomposición histórica de los señoríos que se sucedieron en Albalate de Cinca tiene el propósito de servir de guía a posibles estudiosos en la recuperación de nuestro pasado en la Ribera del Cinca, así como ofrecer la onomástica de los personajes que podrían merecer su nominación en un callejero. Son: Jaime de Urgel, Pedro de Maza y Lizana, Juan de Moncayo, Matías de Moncayo, Serena de Moncayo, Pedro Zapata, Juan Fernández de Heredia, Carlos de Zúñiga, Ramón de Espés, Antonio de Espés, Gaspar de Espés, Alonso de Espés, Luis de Espés, Antón de Fuentes, Isabel de Espés, Ana de Espés, Blasco de Alagón, Enrique de Espés y Alagón, Alonso de Eril y Espés, Gaspar de Eril y Espés, Enrique Espés y Alagón, Juan Pérez de Pomar y Antonio Pérez de Pomar.

Señorío de los Conde de Urgel
Don Jaime, conde de Urgel, era señor de Albalate de Cinca y de los lugares de Fonclara y Monbrú –actualmente ambos desaparecidos. Por su desavenencias políticas con el rey Fernando I Trastamara y su oposición a acatar la sentencia de Caspe fue fue usurpado y pasó a la corona. El monarca Fernando I concedió estos señoríos hacia 1412 a su fiel Pedro Maza de Lizana, en recompensa a sus servicios.

Señorío de los Moncayo
Don Pedro de Lizana vendió el señorío de Albalate y demás lugares nombrados a don Juan de Moncayo I. A éste le sucedió su hijo Juan de Moncayo II, gobernador general de Aragón, casado con doña Serena La Costa. Estos señores concedieron en favor de la iglesia de Lérida la cantidad de 900 sueldos jaqueses (s.j.) sobre los 4.000 s.j. de la questia de Albalate, a pagar en dos tandas, correspondiente a la misma cantidad que el rey Jaime I había concedido en favor de dicha Seo de iglesia años atrás. Asimismo están documentos otros 900 s.j. sobre una venta de 18.000 s.j. hecha a la misma iglesia. Parece que don Juan de Moncayo volvió a casar en segundas nupcias con doña Marquesa de Montcada, dejando la mitad de los derechos sobre la baronía de Albalate a J. Matías de Moncayo y Montcada, su hijo. Sucedió a don J .Matías don Juan de Azlor que fue quien vendió a los maniobreros de la azud y acequia de Albalate de Cinca los 900 s.j. de la questia de la villa – antes citada- que estaba percibiendo el clero de la Seo Lérida.

La otra mitad de los señoríos los recibió su hija Serena de Moncayo La Costa, casada con don Juan de Bardaxí, señor de Zaidín, quienes tuvieron cuatro hijas: Constanza, Beatriz, Francisquita y Esperanza. Volvió a casarse la dicha doña Serena de Moncayo con don Pedro Zapata. La citada hija doña Francisquita celebró matrimonio con don Juan Fernández de Heredia, quienes tuvieron a su ve un hijo llamado también Juan Fernández de Heredia. La hermana menor, Esperanza de Moncayo, casó con don Carlos de Zúñiga. Corresponde a este periodo cuando empezaron los pleitos por la posesión de dichos señoríos entre doña Francisquita y su marido, con su hermana Esperanza, recayendo la sentencia favorable sobre ésta última, dada por don Juan de Aragón el 17 de junio de 1467.

Señorío de los Espés
Serena La Costa de Moncayo y su segundo marido Pedro Zapata vendieron su parte del señorío de Albalate y Fonclara a don Antonio de Espés, obispo de Huesca en el año 1481. Al parecer por herencia de una de las hijas Moncayo pasó la otra mitad a los Estés, donde vemos a varios hermanos disfruntando el señorío de Albalate de Cinca y de la pardina de Fonclara. Es el caso de don Ramón de Espés, el primogénito.. Le siguió don Luis de Espés, caballero de la Orden de San Juan de Jerusalén, y comendador de Samper de Calanda, don Antonio de Espés, obispo de Huesca y don Gaspar de Espés, conde de Esclafana. El obispo Antonio Espés vendió su parte a su hermano Gaspar -el 15 de mayo de 1484. También Esperanza de Moncayo hija de Serena, con el consentimiento de su marido Carlos de Zúñiga, vendió sus derechos al citado don Gaspar de Espés, conde de Esclafana, por precio de 320.000 s.j. Don Gaspar de Espés estaba casado con doña Sicilia, condesa de Esclafana, no tuvo hijos. Pero en una visita a Albalate de Cinca tuvo de otra mujer un hijo bastardo a quien puso por nombre Alonso de Espés.

El primogénito don Ramón de Espés I, tuvo un hijo de su esposa doña Petronila Cavero, llamado Ramón de Espés II, que casó a su vez con Isabel Faura padres de dos hijas: Isabel de Espés y Faura y Ana de Espés y Faura. Su tío don Gaspar, conde de Esclafana, acabó vendiendo sus derechos a su hermano, el comendador Luis de Espés, por precio de 120.000 florines de oro de Aragón. Este comendador, por breve del papa Alejandro VI, amplió sus derechos señoriales en 1499 con los bienes de las encomiendas de Alcañiz y la confirmación de los de Samper de Calanda. Éste don Luis vendió los derechos en Albalate de Cinca y Fonclara a Antón de Fuentes, en 24 de octubre de 1505. Las fricciones entre los Espés y los Fuentes hicieron que el señorío recayera al fin en don Alonso de Espés, el hijo bastardo de don Gaspar de Espés.


Fricciones entre los Espés y los Fuentes
A la muerte de don Gaspar de Espés, reclamaron sus derechos diversos parientes: don Ramón de Espés II, su sobrino, y mosen Juan Camilo Navarro. También su hermano el comendador don Luis de Espés, por las baronías de Alfajarín como en la de Albalate, asimismo don Felipe de Castro y don Juan de Cregenzán. O sea, inclusive parientes en tercer grado al menos. La sentencia se emitió el 5 de diciembre de 1505, que adjudicaba la herencia en la baronía de Albalate a don Alonso de Espés, el hijo bastardo de don Gaspar, con la condición de que debía casarse con doña Isabel de Espés, la hija mayor de don Ramón de Espés II y de Esperanza Faura. Es decir, con la obligación de recomponer la familia en los herederos más directos. Además, antes de emitirse la sentencia, don Antón de Fuertes vendió los derechos de Albalate y Fontclara que le pertenecían a don Ramón de Espés II y a la esposa de éste doña Isabel de Faura por precio de 150.000 florines de oro. Estos últimos reclamaron a su vez la parte proporcional de la venta hecha por don Gaspar de Espés, conde de Esclafana, a su hermano don Luis, y la de éste a don Antón de Fuertes, en 24 de octubre de 1505, porque lo había revendido a los reclamantes Ramón de Espés II y su esposa en 6 de enero de 1506, es decir después de la sentencia.

En reclamaciones y sentencias sucesivas, quedaron fueran de ellas don Alonso de Espés, y don Juan Fernández de Heredia. Al fin, por sentencia de 1507 se reconocía a don Ramón de Espés II como verdadero señor de los derechos de don Gaspar de Espés, y más tarde, por nueva sentencia del 21 de noviembre de 1611, de los derechos de don Luis de Espés y de don Gaspar de Espés. Pero don Ramón no tuvo hijos varones, y en su consecuencia, adjudicó la herencia, por testamento de 1515, a sus hijas doña Isabel de Espés, -casada con el bastardo don Alonso-, y a Ana de Espés, casado con don Blasco de Aragón, que fue sucesor en el Señorío de Albalate.

Señorío de los Alagón
Los derechos de Albalate de Cinca y Fontclara recayeron en doña Ana de Espés, casada con don Blasco de Alagón, señor de Pina, por muerte de su hermana Isabel de Espés. Sucedió a la dicha doña Ana su hijo don Enrique de Espés y Alagón, -que había de unir los derechos correspondientes a don Alonso de Eril y Espés II- último conde de Sástago, como veremos.

Señorío de los Eril
Don Alonso de Espés, el bastardo- retuvo sus derechos sobre Albalate. De forma que, cuando volvió a casar en 1517 con doña Rafaela de Eril, hija de Felipe de Eril y de doña Isabel de Izar (o Híjar), citaba en sus nuevos capítulos matrimoniales los derechos de Albalate y de Fontclara como propios. De este segundo matrimonio tuvo por hijos a don Alonso de Eril y Espés II, que falleció joven, y a don Gaspar de Eril y Espés que fue comprometido en 1532, a la edad de siete años, con doña Guiomar de Ixar, su pariente. Don Alonso de Eril y Espés II poseyó estos bienes hasta su prematura muerte, dejando heredero de su parte a don Enrique de Espés y Alagón, último conde de Sástago, -como ya se había señalado- y que había casado con doña Ana Martínez de Luna. De la dote de esta dama, don Juan Camilo Navarro reclamó la cantidad de 76.596 sueldos. El hermano del citado don Alonso, don Gaspar de Eril y Espés casó con la dispensa papal, y tuvo cuatro hijos: Alonso de Eril y Espés II, que heredó dichos bienes; Isabel Eril de Espés, que casó con Bernardo de Mendoza, de quien tuvo a doña Esperanza de Mendoza; y a doña Beatriz de Eril y Espés que casó con Juan Fernández de Heredia,

Como vemos en este breve entramado familiar, las herencias se habían entrecruzado sobremanera, de forma que los señoríos de Albalate y Fontclara fueron motivo de disputas por muchas décadas.

Señorío de Pérez de Pomar.
Cerrare esta reconstrucción de señoríos con los Pérez de Pomar. Ya se ha dicho que doña Beatriz de Eril y Espés casó con don Juan Fernández de Heredia. Éstos tuvieron por hijos a otro Juan Fernández d Heredia que casó con dispensa con sus prima doña Esperanza de Mendoza. Herederos de los dominios de los Fernández de Heredia recayeron en sus descendientes don Juan Pérez de Pomar y don Antonio Pérez de Pomar. También don Enrique Espés y Alagón –último conde de Sástago- como sucesor en el señorío de Albalate y pardina de Fontclara, cedió sus derechos a don Antonio Pérez de Pomar, conde de Contamina, según testimonio de Jaime Esteban, labrador de Zaidín, hecho en 1667.

Por último, señalar el parentesco lejano de los Gregenzán de éstos señoríos –sin poderlo determinar- como es el caso de don Juan de Cregenzán, y su descendiente don Vicente Cregenzán Monter. Éste escribió unas memorias históricas de la villa de Albalate de Cinca durante la Guerra de Cataluña de 1640, memorias que no he tenido ocasión de localizar.