Villanueva de los Castillejos - Huelva

Ésta chica es la Paquilla, no???

La misma. Los que conocimos la centralita de teléfonos en la casa de la calle Monte, al lado de la terraza, recordamos con cariño y ¿añoranza? el trato cordial que siempre nos dispensarojn las operadoras, entre ellas Paquita "Carilla". Bonitos recuerdos. Miguel

Alli me llamó mas de una vez A. Feria para nuestros reconciliamientos de amor que siempre fueron impetuosos. Paquilla me traia a La Terraza el amor reconciliado y en su cara (sonrisa casi burlona) veia yo que A, Feria me perdonaba mis juergas y desvarios. Cosas de ayer. Hace mucho tiempo que no veo a Paquilla y su bondad permanente.

Yo a la Paquilla la recuerdo sobre todo en el consultórío, repartiendo los números.

Muy anterior a Paquilla (que es un encanto), era yo muy pequeña y al principio de los teléfonos en Castillejos cuando había que dar vueltas a una manivela para que desde la central te pusieran con el teléfono con el que querías hablar; eran números de uno ó dos dígitos (El ayuntamiento el 1, La Terraza el 2 ó el 3 (no lo recuerdo), la Fábrica el 5 y mi casa era el 1, podría yo tener 6 ó 7 años aproximadamente y en el pueblo no habría más de 50 teléfonos, si los había.

Recuerdo que mi madre, impaciente por naturaleza, después de dar varias vueltas a la manivela, si no le cogían en la central, se ponía a protestar diciendo: "Estas niñas que se pasan todo el día en la puerta viendo a la gente pasar y no cogen el teléfono...... no hay derecho".
No creo que hubiera ninguna urgencia en hablar, por ejemplo con mi padre que estaba en la fábrica a un minuto andando ó con mi hermana Catalina al que veía 20 ó 30 veces al día.

De eso a los teléfonos móviles, dónde en algunas casas hay más de uno por cabeza, no ha pasado tanto tiempo, pero la tecnología ha dado un salto espectacular.

Saludos.

Pues sí que ha dado un salto espectacular. Porque yo recuerdo de llamar a la centralita, que creo estaban por entonces Pepi y Brígida y decirles: "Quiero hablar con mi madre". Y ellas me decían: "¿Y tú madre quién es?" Y yo: "La Santa". Jejejeje. Sería yo muy chica por entonces, pero lo recuerdo muy bien.

En mi casa de la calle Lepe se colocó uno de los primeros teléfonos del pueblo. Re cuerdo que era el número 19. Como en la calle no había otro (sólo en el cuártel, posiblemente) aquello era un ire y venire de gente, sobre todo don Feliciano, con sus cacerías, llamando a los portugueses. Y lo peor era que muchas de aquellas conferencias las pagaba mi padre... por no enfadarse con algún que otro fresco/a. Añoranzas. Miguel.

Yo también recuerdo cuando llamabamos desde Alemania al teléfono de nuestra casa y lo primero que se escuchaba era: Villanueva, dígame?! Ya de antemano nos conocían y siempre se preguntaba cómo iba la cosa, hasta que ya por fin nos pasaban con el 59, que era nuestro número. Después tardaba un buen rato, pues tenía que sonar el teléfono abajo en el garaje y los vecinos o la persona que en ese momento pasaba le avisaban a mi tía para decirle que el teléfono estaba sonando. Jeje, creo que este proceso era más largo que la conversación en sí pues costaba un dineral la conferencia.
Saludos

El telefono de mi casa era el 7 y recuerdo que cada vez que sonaba un monton de chiquillos (en mi casa erasmos 7) saliamos corriendo en busca de nuestros padres como si todas las llamadas fueran de urgencia extrema cuando la mitad de las veces era alguna que preguntaba a mi madre a como estaban las sardinas en la plaza o a mi padre a cuanto las guias de los jamones.
Pero tambien mi hermano y yo le haciamos "judiadas" a la Paquilla que consistia en darle repetidamente a la palanca, sonaba la voz de la Paquilla¡Digame!) y constetaban las risotadas de mi hermano y la mia. Mi madre ponia orden, por el momento, y al poco tiempo se vovia a dar por saco. ¡Dulce infancia!