SU ÚLTIMA ILUSIÓN Corría el último domingo de agosto del año pasado, sabeís cual? efectivamente el día de Nuestra Señora de La Blanca. Después de una procesión llena de emociones por saber que esta podría ser la última vez que mi padre la acompañara, comenzó un calvario para toda mi familia. Mi padre, que se encontraba ya enfermo y sacando fuerzas de donde no sabiamos, se dispuso a realizar la que fuera su gran ilusión: pujar y quedarse con la Vara. Toda la familia sabiamos y ahora ustedes tambien porqué lo hacía; lógico, sabia que el tiempo jugaba en su contra y bastante rápido. Ese atardecer ante Nuestra Señora, mi padre comenzó a pujar por su ilusión, la Vara, pero ese año estuvo bastante solicitada y ante esa situación los valores sólo se miden por un mismo rasero: el dinero. La puja llegó mas lejos de lo que nuestro bolsillo podía llegar y fue a parar a manos de una persona que entiendo se lo pudo "permitir", no por ello olvidando que lo hacía por una causa loable. Ojalá se cumpla su promesa caballero, la de nuestro padre no pudo ser, ya que ahora sólo está en el corazón de sus seres queridos, que volveran a procesionar con él y por él hasta que Dios quiera. VIVA LA VIRGEN DE LA BLANCA VIVA SU SANTISIMO HIJO VIVAN LOS VILLABLANQUEROS, LOS QUE ESTAN Y LOS QUE RECORDAMOS. |