Escacena del Campo - Huelva

Las causas de la caída del Gobierno son la abstención, que le priva de 750.000 votantes, y el tirón del partido de Rajoy.

La crisis económica ha marcado un antes y un después en la intención de voto, pero no ha sido el único punto de inflexión. La polémica gestión durante el secuestro del «Alakrana», la cuestionada Ley de Economía Sostenible, los dimes y diretes del Ejecutivo en torno a la activista saharaui, Aminatu Haidar, con el único objetivo de no enturbiar las relaciones con Marruecos, la incertidumbre sobre cómo está gestionando el Gobierno el reciente secuestro de tres cooperantes españoles en Mauritania... Todos estos asuntos, a los que hay que sumar el paro, la sentencia sobre el Estatut o la falta de medidas eficaces para combatir la crisis, han puesto al Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero en el punto de mira de los ciudadanos.
Tanto es así, que de realizarse elecciones hoy, el PSOE perdería entre 16 y 18 diputados y pasaría de los 169 que logró en las elecciones de marzo de 2008 a obtener entre 151 y 153, según aparece reflejado en una encuesta de NC Report para LA RAZÓN. Por su parte, el PP aumentaría entre 11 y 13 sus parlamentarios en el Congreso, mejorando los 154 escaños actuales hasta los 165 o 167 que tendrían respaldo en las urnas en este momento.
El PP rentabilizaría las críticas al Ejecutivo de Zapatero y se convertiría así en la primera fuerza política nacional si se celebraran elecciones generales. Además, los populares logran al finalizar el mes de noviembre la mayor ventaja con respecto a los socialistas desde marzo de 2008, un total de 4,77 puntos.
Por contra, el PSOE retrocedería nada menos que 6,09 puntos, ya que pasaría del 44,36% al 38,27% del voto válido. La pérdida exacta de votantes sería de 1.766.335, al pasar su electorado de 11.289.000 a 9.523.000.
Las principales razones del descenso socialista hay que buscarlas en la abstención, que le priva de 790.000 votantes, y el tirón del PP, que le arrebata 658.000 electores. Todo ello originado por las continuas críticas de la clase política a la gestión del Gobierno y por el voto de castigo de la ciudadanía que exige a Zapatero medidas más eficaces. El PSOE continúa relegado a la segunda posición al haber sido superado en el mes de marzo por el PP, aunque merece la confianza de los votantes menores de 45 años.
Ese electorado socialista que se pasa a las filas del PP engrosaría el 43,04% de los votos populares, 2,65 puntos más que en los anteriores comicios, al pasar de 10.278.010 votantes a 10.708.000.
El triunfo del PP también tiene una explicación sencilla y no es otra que la mala gestión del gabinete de Zapatero. Además de captar buena parte del voto que pierde el PSOE, consigue mantener un elevado nivel de fidelización electoral. Nada menos que el 95 por ciento de los votantes de este partido asegura que volvería a repetir en unas elecciones. Una cifra que supera en 13 puntos la fidelidad de los socialistas.

ya se verá

esperomos que pierda de verdad, porque de lo contrario, teminamos todos en el paro, bueno si queda paro.Entonces comeremos de la mierda.