Escacena del Campo - Huelva

FRANCISCO ROBLES
«Si gobernara la derecha ya le habríamos montado una buena…» Aún quedan sindicalistas que no se someten a esos Acuerdos de Concertación que están consiguiendo el mantenimiento de aquel sindicalismo vertical que propugnaba el fin de la lucha de clases. Eran otros tiempos, pero el franquismo sociológico sigue ahí, enquistado en la médula de esta Andalucía donde muy pocos hablan alto y claro.
Si gobernara la derecha, como reconoció este sindicalista en una asamblea de CCOO, la lucha sindical ya habría tomado las calles, los megáfonos no permanecerían en este silencio cómplice y el presidente del Gobierno estaría en la picota. Pero como gobiernan ellos… Cuando decimos ellos no nos referimos solamente a la UGT, correa de transmisión del PSOE en el mundo sindical, sino a esas Comisiones Concertadas, antes Obreras, cuyos dirigentes llevan el puño en la boca y la rosa en la cartera.
Si gobernara la derecha no se habría saldado la Deuda Histórica con el saldo de unos solares cuyo precio aún nadie sabe. Primero firman y luego averiguan el montante de lo rubricado. ¿Alguien lo entiende? Y otra pregunta impertinente: ¿cómo es posible que el mismo Gobierno que aprueba la Ley de Economía Sostenible haga efectivo ese pago a través de solares con los que habrá que especular para que la Junta pueda obtener los beneficios necesarios para construir colegios y hospitales? ¿No habíamos quedado en que había que terminar con el ladrillo como motor de la economía andaluza?
Si gobernara la derecha no estarían tan calladitos los caricatos del clan de la ceja circunfleja que sólo protestan tímidamente ante la bajada de pantalones —¿habría que señalar también la subida de faldas para ser genéricamente correctos?— de un Gobierno que apoya al pueblo saharaui… siempre que no se interponga la tiranía feudal marroquí en su camino. ¿Imaginan la que se habría montado si la pobre Haidar fuera víctima de un país mimado por la derecha gobernante? Pues todo esto y mucho más sucedería si estuvieran en el poder aquellos fachas que sufrieron una huelga general por un decreto en el que se obligaba a un parado a aceptar un puesto de trabajo que estuviera a menos de treinta kilómetros de su domicilio. ZP no haría eso jamás. A la vista está: los parados que se queden quietos, como su propio nombre indica. Y los sindicalistas, también. Hasta que no gobierne la derecha no tienen nada que hacer.

si gobernaran estos fachas del pp esto iria como ya sabemo, de culo y cuesta arriba y los mas pobres iban a ver lo que es sufrir