Encinasola - Huelva

Esta es una historieta muy simpatica que ha dado lugar a una frase hecha.

Un hombre venía del campo, caía la tarde y el burrillo lo seguía con paso cansino, la rienda del burrillo descansaba sobre el hombro del hombre y así, manteniendo el paso, se encaminaban a casa en busca del merecido descanso.
Dos estudiantes, sentados bajo un chaparro, lo ven pasar y traman una gamberrada. Uno de ellos se acerca al burro, le quita el atalaje y se lo coloca él siguiendo tras el campesino que no se da cuenta de nada.
Al llegar a la cuadra el hombre va a quitarle el bocado cuando se asusta al ver al estudiante.
_¡Y esto, ¿como es posible?!
_Vera usted, señor, yo fuy victima de una encantamiento, me convir-tieron en burro y hasta hoy no he cumplido mi castigo... si me lo permite me gustaría volver a casa, mis padres querran saber de mí despues de tanto tiempo.
_Claro hijo, que le vamos a hacer, tendré que comprar otro burro.
Mientras, el otro estudiante se llevó el burro y lo vendio en cuanto pudo corriendose los dos una buena juerga con el dinero.
Al mes siguiente era la feria de ganado y el campesino fua a comprar un burro ya que lo necesitaba para las labores del campo y al ponerse a mirar entre los que estaban en venta vio al suyo entre ellos y acercándose a el le dijo muy bajito: EL QUE NO TE CONOZCA QUE TE COMPRE, QUE A MÍ NO ME LA DAS MÁS