Encinasola - Huelva

LA BANDA DE LOS GRISSOM







"La Banda de los Grissom" surge en un momento particularmente afortunado, tanto en la filmografía de Robert Aldrich -que inmediatamente después rodaría dos títulos de la categoría de "La venganza de Ulzana" (1972) y "El emperador del Norte" (1973), como en el devenir del "cine negro": el enorme éxito de "Bonnie y Clyde" (1967), de Arthur Penn propiciaría en los años siguientes el rodaje de varias obras de cierto interés, dentro del género, de directores como Gordon Douglas, Donald Siegel, Roger Corman o Sam Peckimpah. Y casi inmediatamente, una película que hará historia y revitalizará el género: "El padrino" (1972), de Francis Ford Coppola.

A partir de un tema que cuadraba a la perfección con su estilo vigoroso, violento y recargado, Robert Aldrich puso en imágenes un sólido y bien construido guión de León Griffiths, basado en la novela "No hay orquídeas para Miss Blandish" de James Hadley Chase, consiguiendo uno de los más brillantes títulos de su carrera. El rapto de una joven y rica heredera a cargo de una mediocre banda sin más pretensión que robarle un collar, valorado en 50.000 dólares, da lugar a la aparición y actuación posterior de los miembros de otra banda, la de "Ma" Grissom, mucho más peligrosa y ambiciosa que la anterior, que les arrebata a la chica con la intención de pedir por ella un rescate de un millón de dólares. Comienza entonces todo un extraño juego de relaciones de la víctima con los miembros de la banda, en especial con Slim -el hijo preferido de "Ma" Grissom"- que se enamora de ella y la salva de las radicales intenciones del resto de la banda de acabar con su vida.

Aldrich recrea con gran convicción y brillantez el ambiente enrarecido y violento de la época de la América de la Depresión, de la prohibición del alcohol y de las bandas de gángsters, logrando uno de los grandes títulos del cine negro de los años 70. Película sensible y brutal, al mismo tiempo, de acción continuada que no deja un instante de respiro, el retrato crítico de la fauna humana que puebla la película (gángsters, policías, investigadores privados, padre de la chica secuestrada...) resulta verdaderamente tan demoledor como realista y creíble.