El Almendro - Huelva

Navidad, alumbrado y cipreses:

Llega la Navidad y con ella todo tipo de contradicciones e hipocresías, la primera, reducir la Navidad a un solo día, y no me refiero al consumo desenfrenado, sino fundamentalmente a todo lo referente a la práctica del amor al prójimo.

El gasto no sólo proviene del bolsillo del particular, sino que también los entes públicos, esos que nos administran y que deberían dar ejemplo. Quiero referirme a la inversión de 250.000 euros por parte del ayuntamiento de Barcelona en la compra de 6 cipreses desnaturalizados y cuyo alumbrado se alimenta a base de pedal o de energía solar, o sea un árbol sostenible, eso que dicen los que viven de ser ecologistas, cuando hay otras prioridades más importantes. Estamos cuestionando cortar árbol más, árbol menos en una Cataluña cuya superficie forestal es enorme, dándose el caso que hay payeses (Agricultores) que se dedican al cultivo de dicho árbol, lo que constituye un porcentaje muy elevado de su medio de vida. Ello puede verse en la Fira de Espinelves (Feria de Espinelves), dónde se comercializa la inmensa mayoría de los cipreses que se instalan en Cataluña. (Ignoro si abastecen el mercado de fuera de Cataluña). Pareciera como si el cultivador de abetos fuera más insolidario que el cultivador de lechugas, máxime cuando la mayoría de estos árboles vuelven al bosque o son reciclados. Por supuesto el pagés sigue sembrando. Todo el mundo tiene derecho a ganarse la vida decentemente.

A propósito de esto han salido a la luz las otras utilidades del abeto y de sus connotaciones en Cataluña. Su madera es apreciadísima y se tiene por incorruptible. Plantados en hilera, bien juntitos unos a otros protegen a los cultivos del fuerte viento, denominado tramontana, muy frecuente en la comarca del Emporda. También son el símbolo tradicional de la hospitalidad Una casa con ciprés ofrecía auxilio gratuito al caminante pobre. Esta costumbre estaba tan arraigada que en una guía de Olot de 1908, hace un siglo, aparecía este anuncio: “Limosnas públicas semanales de casas particulares”, y explicaba cómo cada día de martes a sábado se podía ir a éstas casas para recibir caridad. Un ciprés delante de la casa significaba que el pobre tenía derecho a pan, vino y un poco de embutido. Dos cipreses significaban un ágape completo. Y tres que se podía, incluso, pasar la noche; un poco al modo de los hoteles de una, dos o tres estrellas.

Salvo esto último, que tiene cierto color a Navidad, por todo lo demás, podría suprimirse la Navidad.

A parte de que pueda o no interesar esta pequeña historia, yo quiero desear lo mejor para todos los foreros y foreras de buena voluntad de ambos foros.

BON NADAL FELICES FIESTAS

Si un Ayuntamiento hace algo, malo, se gasta el dinero de los demás, si no hace nada, malo, no tiene ideas o iniciativas ¿en que quedamos?.
Para mi el sabor de la Navidad tiene algo muy especial y supongo que para la mayoria tambien, el poder reunirse la familia en torno a una mesa, aunque solamente haya un puchero o unos frigones para comer, esa es la autentica Navidad, y eso de los abetos una chorrada americana, como tantas otras.