El Almendro - Huelva

La trashumancia es una actividad ancestral que, a día de hoy, todavía se practica en algunas zonas de Cataluña. Se ha editado recientemente un mapa de los caminos ganaderos que surcan el Lluçanés ( nombre con el que se designa una de las comarcas de Cataluña ), en total unos 200 km. De caminos entre Manresa, Berga, Vic y Ripoll. La recopilación de información se ha hecho vía oral, hablando con abuelos. Es un trabajo de campo que no tendrá ningún efecto legal pero que puede servir a la Generalitat para catalogarlos y posteriormente protegerlos.

Su recuperación se ha puesto de moda y se pretende fomentar su uso turístico como vías de paso para caballos, bicicletas o excursionistas, ya que la trashumancia está en trance de desaparecer, porque entre los efectos de la sequía, la subida del precio de los piensos y la bajada del precio de la carne (en matadero, no en consumidor) ya nadie se anima a seguir con éste negocio.

Esta es la conclusión de estas jornadas que viene a corroborar la idea de que debe conservarse éste patrimonio para darle otro destino: EL TURISTICO.

Saludos.

Muy bien lo has explicado, ya comente que estos caminos que han cerrado adquieren cierta categoria, como vias de paso y no se pueden cerrar, son las autoridades que saben de esto las que han de denunciarlo, asi es que al de la camara agraria , al juez y la alcaldesa a trabajar que quiten esas vallas que taponan el paso.Esto lo contempla el´código civil.

Diego quedo sin responder esta pregunta, ala cual no pude contestar por no estar asesorao; los artesanos que iban al huerto, eran modistas , carpinteros, zapateros etc, saludos.

Gracias por tu información referente a la artesanía en el Huerto Ramirez.Yo recuerdo esta actividad en mi casa en que una vez al año pues iba la modista, el zapatero y el talabartero. Esto significaba el arreglo y nueva confección, si tocaba, en lo referente al abastecimiento de ropa y calzado para el conjunto familiar y también respecto de talabartes y correajes para los animales de labranza.

Todo este hilo del Huerto Ramirez trajo a mi memoria el currículo vital de dos personas nacidas y criadas allí que fueron Andrés “El de los Palos”, mi padre, y su hermano Cristóbal, que ambos e.p.d.. Estas dos personas estaban formadas para la supervivencia en una economía en la que les tocó vivir, que era precisamente eso: Una economía de supervivencia. Eran polifacéticos, o mejor dicho, sus conocimientos les permitían hacer a lo largo del año según mandaba la naturaleza. En otoño e invierno, ambos hermanos , se dedicaban a la tala, poda y fabricación del carbón vegetal, todo ello por cuente ajena. Llegaba la primavera y comenzaba el trajín de las colmenas, cuidarlas, enjambrarlas y por último “matarlas” para la obtención de la miel y de la cera. Todo esto conllevaba proveerse de toda la materia prima para la confección del corcho, habitáculo que aloja a la colmena. Tenían que extraer la corcha de los alcornoques, con la maestría necesaria para que el tubo no se rompiera y así poder cerrar el corcho casi de una pieza. El elemento de unión para cerrar el corcho era el biro, el cual también se lo tenían que fabricar a mano utilizando jaras cuyas ramas tuvieran el grueso adecuado y dos herramientas muy sencillas: Una sierra y una azuela. Yo me quedaba embelesado observando su destreza.

Todo esto lo combinaba mi padre con la práctica de la sementera y con su actividad principal: La construcción de carros y aperos para la labranza para el abastecimiento de terceros, todo ello hecho artesanalmente pieza a pieza, desde el primer tornillo hasta las ruedas, radio a radio, pina a pina, incluso la masa, la cual torneaba en un torno manual, en muchas ocasiones conmigo a la manivela.

Dentro de los productos que fabricaba en su taller también estaban los bieldos que conllevaban también unos trabajos previos desde la obtención de la materia prima, toda ella de la naturaleza, y su puesta apunto. El bieldo se componía madera de distintas especies pero todas ellas ligeras de peso. El mango era de palos de adelfa, a los que había que darles la curvatura adecuada, utilizando para ello el calos del horno que se utilizaba en casa para la cocción del pan ( En mi casa había librillo de amasar y horno y cada dos o tres semanas se hacía un amasijo ) .El segundo componente del bieldo era la cabeza que se hacía de madera de higuera. Mi padre la fabricaba sin utilizar metro ni lápiz, a simples golpes de azuela. El tercero y último componente, las puyas, que estaban hechas con varas finas de acebuche puestas a punto a base de sierra y azuela. Todos los componentes quedaban ajustados, a mano, en sus respectivos alojamientos sin que mediara un fijador metálico.

Como puede verse, toda una vida llena de satisfacciones profesionales, que no materiales, pero que siempre procuró el alimento, a pesar de toda la penuria. Una vida con todo el tiempo ocupado, de manera, que no hubiera echado de menos la televisión pues en el, llamémosle, tiempo libre se dedicaba a confeccionar hornillas utilizando tacos de madera de encina y morera, y con la ayuda, una vez más, de la azuela normal y de otra azuela pequeñita pero con el filo cortante curvo. No se si alguien hoy, todavía, disfruta de los gazpachos hechos a base de majador en estos cuencos de madera.

Bueno, he creído interesante narrar todo esto por si pudiera servir para digerir un poco mejor ésta crisis, causada, fundamentalmente, por la bajada del consumismo y de esa ficticia arquitectura financiera; y también para resaltar lo interesante que puede llegar a ser la artesanía hoy como medio terapéutico, no como medio de vida, a no ser que le lleguen ayudas públicas o de mecenas que puedan pagarla.

Saludos.

Bueno Diego, con lágrimas en los ojos por el poco tiempo que disfrutè de élte dirè que mi padre iba al huerto Ramirez , me lo han confirmado mis hermanas mayores que la 1 me lleva 17 años, asi es que todo un recuerdo para mi padre y tu familia que alli se conocieron.
He de decir que mis dos hermanas mayores casadas con almendreros nacieron en el Almendro, sus hijos mis sobrinos tambien. un cordial saludo gracias por revivir recuerdos gloriosos.

¿Tenia tu padre el taller de los carros en la curva de la antigua carretera que va a La Puebla de Guzman y que atraviesa El Almendro, por la calle de El Correo, pasa por la Fuente y tras dejar a la espalda la Peña Maya se pierde en La Trinchera?. Pues si es asi, recuerdo de muy niño ir al taller de tu padre con mi primo Jesus "Manchorrita", el de la discoteca Majovic, con quien corrí todos los campos de Almendro y Castillejos como autenticos gañafotes. Aun recuerdo los palos de frenos que se ajustaban a la ruedas. Dulce infancia.

Baquero JM.:

Pues es como tú dices. Aún lo puedes ver en una foto que hay en la página 3 de éste foro con título “Paisaje histórico” y puesta por mi. Puede verse el taller, los depósitos del agua y el molino Maria Gil.

El padre de tu primo Jesús, José “el de la Burrila”, q. e.p.d., y en general todos los barrilleros fueron clientes de mi padre .La mayoría de los clientes eran de Castillejos. Has nombrado el sistema del freno del carro. Consistía en dos palos que se ajustaban al mismo tiempo en las dos ruedas mediante un juego de polipastos que accionaba el ayudante del carero. También había otro sistema con tacos de freno que se ajustaban a los aros de las dos ruedas con ayuda de un sistema parecido.

Ahora que parece que se ha vuelto a encender otra mecha de discordia, conviene recordar lo saludables que son unas buenas relaciones. Es difícil que pueda haber unanimidad de criterio, pero la actitud que se ve en el foro, no es la mejor manera de solucionarlo. La identidad e independencia política no deben ser impedimentos para unas buenas relaciones que, por otro lado, surgen espontáneamente debido a la proximidad.

Saludos cordiales a todos.

¡Que bonito lo que cuentas¡.No conocia esta historia y me ha encantado.Ahora me explico muchas cosas y la confirmacion de que esas habilidades se heredan.Un saludo